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| Foto: Faro de Vigo |
El Celta marcó ayer su gol 2.200 en Primera División, un hito histórico que venía persiguiendo en las últimas semanas y que se completó ayer en las botas de una leyenda céltica que se pasea cada domingo por el césped de Balaídos: Iago Aspas. La ejecución fue casi inmejorable, con una bellísima vaselina que sobrevoló a Pau López besando la red de la portería de Gol con una sutileza inigualable.
A Aspas no le gusta pasar a la historia de cualquier manera. Lo hizo en aquel partido contra el Alavés, en la misma portería, y ayer completó la efeméride con un tanto de bellísima ejecución que dieron tres puntos valiosos al Celta para seguir con ese milagro llamado Champions League.
Los anteriores goles significativos los habían marcado jugadores brasileños. Charles el 2.100, Baiano el 2.000 en aquel lejano mes de mayo de 2006 en Anoeta. Aquel tanto de Baiano certificaba la clasificación para la Copa de la UEFA de la siguiente temporada, la última participación europea del Celta. Ahora son 2.200, y todos somos más maduros. Hemos crecido, como el club. A por el 2.300.
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