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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Los problemas del césped de Balaídos vienen de lejos. Desde hace varios años, con el Celta en su peor etapa en Segunda División, el aspecto del césped era deplorable. Con el paso del tiempo se fue mejorando su aspecto, a simple vista, pero seguía enfermo. Han pasado muchos años, varios entrenadores y ha tenido que ser Berizzo el que se quejase amargamante. Lo hizo el pasado sábado tras el choque ante el Real Madrid.
El césped está muerto en varias zonas, y el balón bota como un conejo debido a lo irregular del mismo. Ayer publicaba La Voz de Galicia una información en la que aseguraba que el césped de Balaídos está en jaque debido a una plaga de hongos. El mantenimiento es tarea del Concello de Vigo, que no ha atajado el problema a tiempo, según informa el rotativo coruñés.
El estado del césped es ahora peor que nunca. Lo recomendable sería cambiarlo por completo, pero parece que no se podrá hacer hasta que finalice la remodelación, algo que preocupa mucho a los técnicos del Celta y que podría tener terribles consecuencias para el equipo, que necesita un terreno de juego en condiciones para poder desarrollar su fútbol. Veremos a ver si tras la protesta de Berizzo, alguien toma cartas en el asunto dentro del Concello.
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