Afirman que el Sporting - Celta es uno de los más peligrosos por la rivalidad de sus aficiones

Foto: El Comercio

El partido entre el Celta y el Sporting de Gijón será declarado de alto riesgo debido a la rivalidad existente entre las dos hinchadas más radicales de ambos equipos: Ultra Boys y Celtarras. Así lo aseguró Claudio Alperi, inspector del Cuerpo Nacional de Policía, Delegado de Participación Ciudadana y Coordinador de Seguridad de El Molinón, en una noticia publicada por el diario El Comercio, en el que habla de la seguridad en los estadios del fútbol. 

Alperi explica el funcionamiento de Ultra Boys, uno de los colectivos más populares del fútbol español, a quien acusa de estar excesivamente “politizados” y con miembros más jóvenes: “Muchos de los veteranos se van alejando de este ambiente por motivos familiares, laborales, o simplemente, cansancio, pero siempre hay numerosos jóvenes dispuestos a tomar el relevo”. 

Según sus cálculos se estima que este colectivo cuenta con unos 350 seguidores, aunque no todos son de Gijón: “Hay grupos o secciones de lugar como Langreo o Cudillero. A los más radicales los tenemos perfectamente identificados, con nombre y apellidos, e intentamos tenerlos más o menos controlados cada vez que hay partido”, señala. 

Según Alperi, las quedadas por Whatsapp son uno de los mayores riesgos, por la dificultad para interceptar estas conversaciones. No obstante, se suelen establecer controles en las principales carreteras y en numerosas ocasiones se consigue localizar a los ultras visitantes antes de llegar a Gijón. 

El responsable de la seguridad de El Molinón adelantó que solicitarán que varios encuentros sean declarados de alto riesgo, lo que aumentará la presencia policial. Uno de ellos el choque que enfrentará a ambos equipos allá por el mes de abril: “Los Ultra Booys son de derechas por lo que los partidos más peligrosos son los que disputen contra equipos con hinchadas antifascitas, entre ellas Celta, Deportivo, Athletic, Real Sociedad, Rayo Vallecano y Sevilla”, afirma.

El partido de ida se jugará a finales de noviembre en Balaídos, un estadio en el que ya hubo altercados en un enfrentamiento entre ambos equipos. La última vez que coincidieron en la misma categoría fue en la Temporada 2007-08, con un desplazamiento masivo de aficionados asturianos y que acabó con el autobús rojiblanco apedreado.