![]() |
Foto: Atlántico Diario |
A Borja Iglesias se lo recuerdan cada semana, y él no para de dar motivos. El delantero santiagués hace méritos en el filial para disponer de alguna oportunidad en el primer equipo. Se lo ha ganado a pulso en las dos últimas temporadas. Nada más llegar a Vigo anotó 13 goles, aunque no logró evitar el descenso del equipo, que finalmente se salvaría en los despachos.
Jugó 35 partidos, uno menos que el año pasado, donde anotó 4 goles más hasta elevar su cifra a los 17 goles, superando esa barrera de los 15 goles que empieza a hablar de un gran goleador. El premio fue hacer la pretemporada con el primer equipo y no decepcionó, anotando otros dos goles y demostrando que lleva en la sangre eso de perforar porterías contrarias.
Sin embargo, tuvo que regresar al filial, en Segunda B, una categoría que se le queda muy pequeña como se está demostrando en el arranque de esta temporada, con cinco goles en seis partidos. Cifras galácticas para un delantero que, a sus 22 años, está más que preparado para dar el salto. Ahora o nunca. Ayer hubiese venido de perlas al Celta en lugar de jugar 45 minutos sin una referencia ofensiva.
0 comments:
Publicar un comentario