Acordes y desacuerdos del maestro y su pupilo

Foto: Marta G. Brea

Este domingo se producirá un curioso reencuentro en el Estadio Municipal de Balaídos. Paco Herrera y Iago Aspas volverán a cruzarse en un campo de fútbol, en lo que será un reencuentro muy especial para ambos, que mantuvieron una relación de amor y odio cuando coincidieron en el Celta. El técnico catalán no hizo debutar a Aspas en el primer equipo, pero lo colocó en la posición en la que más rinde el de moaña: Delantero. 

O delantero mentiroso, aquella palabra que puso tan de moda Tito Vilanova. El caso es que Aspas dejó de ser mediapunta y acabó colocado como “nueve” del equipo, como el estilete ofensivo y la referencia en la vanguardia de un equipo que logró el ascenso con un juego espectacular. Herrera supo verlo y sacó lo mejor de Aspas, que anotó 23 goles aquella temporada después de que el técnico catalán dijese aquello de que “como media punta es un desastre”. 

La relación entre ambos siempre fue la del maestro y el alumno. Díscolo el segundo, y recto aunque paternal el primero. Herrera logró que Aspas templara los nervios, que se mordiera la lengua evitando expulsiones que antes lastraban su juego. Le centró para que solo pensase en fútbol dentro del terreno de juego, pero también le utilizó como arma arrojadiza en su época más complicada en el banquillo del Celta, estropeando el buen recuerdo de una relación muy próspera para todos, para el entrenador, para el jugador y para el Celta, beneficiado de la simbiosis casi perfecta de una de las mejores parejas entrenador - jugador de su historia. 

Porque los desacuerdos fueron constantes durante su relación, siendo sustituido en más de una ocasión cuando Herrera consideraba que el moañés estaba a punto de perder los papeles. De aquella relación ha salido un jugador más maduro. Nada que ver con aquel que se fue dando pelotazos tras ser cambiado en el último partido de Herrera al frente del Celta. Justo antes de que Herrera volviese a señalarle en la rueda de prensa posterior al choque. Acordes y desacuerdos de una pareja que, pese a ello, seguirá siendo inolvidable.