Quincy Owusu-Abeyie vuelve a encontrarse sin equipo, tras terminar contrato con el Boavista portugués, en el que militó la pasada temporada, disputando 7 partidos sin llegar a anotar ningún gol. Otra vez vuelve a una situación que ya vivió antes de su etapa en el Panathinaikos, donde alcanzó cierta estabilidad jugando tres temporadas consecutivas. Antes, su carrera deportiva estaba marcada por la inestabilidad y la volatilidad.
Quincy empezó en el Ajax de Amsterdam, donde pasó la mayor parte de su etapa formativa, y llamó la atención del Arsenal, con quien militó cuatro años compatibilizando el filial y entrenando con el primer equipo. Después fue contratado por el Spartak de Moscú, y ahí fue donde su cruzó su destino con el Celta, a donde llegó cedido en la Temporada 2007-08.
Comenzó muy bien la temporada convirtiéndose en un ídolo en Balaídos, levantando al público de sus asientos con sus vertiginosas bicicletas y su poca efectividad, pero tras la Copa de Africa fue más protagonista por sus acciones fuera del terreno de juego que dentro del mismo. Porque a mitad de temporada, cuando el Celta creía que había fichado a un jugador holandés, Quincy era convocado por la selección de Ghana para disputar la Copa de África.
Quincy disputó todos los partidos de esta competición como titular, menos en el partido de consolación por el tercer y cuarto puesto, en la cual salió en la primera parte tras la lesión de un compañero. Fue en ese partido ante Costa de Marfil donde logró su primer tanto con Ghana consiguiendo así el tercer puesto gracias a la victoria por 4-2.
Muchos criticaron a Antonio López por no contar con é tras el regreso de la copa de naciones africanasl, pero el técnico cordobés tenía sus motivos y acertó en su decisión de dejarlo muchas veces fuera del equipo por su falta de compromiso.
Su gran partido con el Celta lo disputó frente al Cadiz, el 18 de mayo de 2008, en el que curiosamente fue su último partido con la camiseta del equipo vigués. El destino caprichoso quiso que la estrella de la tarde fuese Quincy Owusu- Abeyie, el dormilón, el bicicletero. En el día de su despedida como jugador del Celta quiso maquillar el mal recuerdo que hubiese dejado en Balaídos.
Lo hizo casi todo bien, hizo lo que muchos esperábamos que hubiera hecho hace tiempo Su primer gol después de hacer múltiples bicicletas dentro del área, el buen centro en el segundo de Perera y el remate a placer que suponía el cuarto del Celta fueron sus últimas actuaciones como celeste.
No obstante, los jugadores siempre dicen que la carrera de un futbolista se mide por una trayectoria y no por un partido. Haciendo bueno esto que los jugadores suelen utilizar cuando tienen un mal partido o tal vez una mala temporada, y siendo justos, la trayectoria de Quincy en el Celta dejó bastante que desear.
Ahora, tras varias cesiones, equipos en los que no acaban de estar contentos con su rendimiento, vuelve a estar sin equipo. Un futbolista con unas condiciones inmejorables para el fútbol, echadas a perder por su falta de constancia.
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