Afouteza e Corazón


Foto: Ricardo Grobas
Recuerdo la frase como si me la acabase de decir. Era cierto entrenador del Celta, de controvertido recuerdo. Eran casi las doce y media  y yo tenía cerrado el local. Bombay Shapphire con tonica, antes justo de la gran explosión modal de los Gin - Tonic. Era el segundo que se tomaba. No estaba alegre. Solo dicharachero: La locuacidad justa que da un par de buenos combinados hechos al gusto del consumidor. 'Si la gente supiese lo que es el fútbol profesional, les gustaría más el baloncesto'. Reí. Rió. Acabó la copa. Se fué. Con los años esa imagen permaneció.

Afuera llovía. Plaza de la constitución y temporal del norte. Cortinas de agua y farolas amarillas. Lo vi marcharse, entre los soportales hasta la puerta del Sol. Le seguí con la mirada a través del pequeño ventanuco con el que servíamos la terraza. Era extraño. Era un miércoles (creo recordar) tranquilo de invierno. Me pregunté hasta qué punto tenía razón. Y hasta qué punto quería que no la tuviese.

Reconozco la alquimia: Amamos esta fábrica de desengaños llamada fútbol y Celta porque esperamos milagros todos los días. Milagros de jugadores que amen colores y no solo los colores del los billetes. Esperamos milagros como esperamos la primavera. Queremos creer que detrás de los contratos de los futbolistas hay sentimientos, apegos, empatias. Y que uno, algún día, levantará un trofeo importante con nuestra camiseta, con nuestro escudo.

Pero en el fondo sabemos que no es verdad. Pero creemos creerlo. Necesitamos creerlo.
Gente como Santi Mina nos quita la anestesia de nuestros sueños y nos devuelve a tortazos a la realidad.

Tener canteranos talentosos tiene riesgos. Los vemos claramente: la descapitalización humana. Un club que sea honesto y verdadero poco puede sobrevivir en el lodazal de mentiras del fútbol español: Este estercolero de señores feudales del monetario subvencionado, esta piara de dirigentes que falsean presupuestos, esta manada de conspiradores que  ni tiene honor ni vergüenza y el único límite es su ego. Estos que tardan cinco o seis años en pagarte un fichaje. Estos que fichan a precios salvajes... para luego no pagar o tardar en pagar o incluso negociar  'quitas'. Porque si ya escandaliza lo de Mina ni que decir tiene lo de la situación económica del comprador. Espero que ya hayan ingresado el dinero.

Y en el caso de Santi Mina, la decepción no es mayor. No es mucho mejor que uno de aquellos que sufrimos no hace muchos; que se enfundaba la camiseta como un mono, un uniforme; como una corbata o un casco de seguridad. Del amor prometido ni una gota. De la caballerosidad ni un atisbo. Del saber estar y la elegancia ni el recuerdo. Monetario. Monetario. Todo monetario. Los besos para el escudo del foráneo. El pequeño grillo negro de Mendes tocando la suave melodía del padrino mientras defeca en el oido, mientras para si canta.. 'comisión, comisión'...  Si la gente supiese lo que es el fútbol profesional, les gustaría más el baloncesto'. Ahora supe lo que siempre supe, lo que decía el mister, era cierto. El futbol profesional esconde estas deleznables actuaciones y posturas. Estas desfachateces. Estas mentiras nada piadosas. Estos engaños. Estas locuras. De pronto, a lo pronto. Estos besos robados y perdidos. Como la novia que nos dejó.

No hemos perdido a Santi Mina. Simplemente, se fue. Se hospedó en el celtismo, un rato. Un tiempo. Pero en el fondo nunca estuvo. Su Celtismo, el mío y el de los de que puedan leer este articulo, solo coincide en las letras. Ni por asomo en el sentimiento. Ni en el concepto que se debe tener, como Celtistas, de la caballerosidad, ni del saber estar. De eso todavía el señor Mina tiene lecciones demasiado pendientes. De hecho alguien debería de comentarle cuales son esos conceptos: 'Afouteza e Corazón' .Una frase. Dos conceptos . Un único sentimiento y una única manera de ser.  Nada ni nadie lo puede resumir mejor.  Señor Mina, tome nota. Afectuosamente:  De un celtista a un aspirante.

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