El perverso consejo de Jorge Mendes


Foto: Miguel Riopa
La carrera de cualquier futbolista está marcada por detalles, pero estos pocas veces son casuales. Cuando un jugador decide dedicarse profesionalmente al fútbol debe tomar una serie de decisiones. Una de las más importantes, casi trascendental, es la elección de un representante que lleve sus asuntos económicos y deportivos. Sobre esta elección suele girar casi todo en la vida de un futbolista, y el tipo de representante que se escoja determinará sus decisiones en los próximos años. 

Hay futbolistas que optan por delegar en un familiar directo sus decisiones, otros por el representante que tienen sus amigos de confianza en el vestuario, y otros que apuestan por la mega estrella de turno. Ese ha sido el caso de Santi Mina, que decidió dejar en manos del tiburón Jorge Mendes sus movimientos en el mundo del fútbol. 

El joven canterano ha hecho su trabajo en Vigo, y lo ha hecho muy bien. Se ha dejado la piel en el gimnasio, ha mejorado en casi todos los apartados futbolísticos y terminó la temporada a un gran nivel, anotando siete goles en el tramo final de la competición. Hizo su trabajo, y acabó siendo titular en el Celta, a pesar de no contar inicialmente para Berizzo. 

Mendes se frota las manos. Sabe que tiene ante sí a una joya y le quiere sacar todo el rédito económico que pueda. El representante portugués no se ha hecho rico y famoso buscando el bien de sus representados. Cobra por sus gestiones, especialmente cuando hay traspasos de por medio. Y cuanto más jugosos mejor. A Mendes no le interesa que sus representados sigan en su equipo, le interesa moverlos. Si alguien paga los 10 millones de la cláusula de Mina este ya habrá sido rentable para él, pero aún lo será más en el futuro. 

Santi Mina siempre ha sido razonable en sus declaraciones, y parece tener una gran madurez para su edad. Siempre antepone el Celta a todo y muestra bastante inteligencia en sus movimientos, pero la elección de Mendes ha sido un error, y demuestra, tal vez, sus verdaderas intenciones. El consejo del portugués siempre será perverso, en nada ayudará a que Mina vele por los intereses del Celta, que también son los suyos. Y el Celta, que le ha presentado una oferta hace casi un año sin obtener respuesta, ya lo sabe.

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