Predicar con el ejemplo

Foto: Pepe Villoslada

A Berizzo no le gustó nada la expulsión de Fabián Orellana ante el Barcelona. El internacional chileno perdió la cabeza y cayó en la trampa de Busquets, que más que intentar provocarlo a él buscaba sencillamente una amarilla que le permitiese cumplir ciclo de tarjetas en el partido ante el Almería, y estar limpio para medirse al Sevilla. 

El preparador argentino dijo al término del partido que era una acción injustificable y que hablaría con el jugador. Hasta la fecha no lo ha hecho, pero el martes en rueda de prensa advirtió a Orellana sobre su comportamiento disciplinario sobre el terreno de juego. El delantero celeste es el jugador más amonestado del equipo, prácticamente sin dar una patada. Un gran porcentaje de las tarjetas que recibe son por protestar, algo que Berizzo, y el celtismo en general, quieren mejorar. 

Sin embargo, tal vez Berizzo no sea la persona adecuada para pedir a Orellana que se modere en las protestas y en sus constantes desconsideraciones hacia el colegiado. el preparador argentino ya ha sido expulsado en dos ocasiones este temporada. Una por protestar y la otra por acudir hasta el área de su equipo para realizar indicaciones al trencilla en el partido del Córdoba, mientras el peor de los Teixeira Vitienes decidía si hacía caso a su asistente o a su instinto. 

Ayer mismo, Berizzo volvió a ser amonestado por el colegiado, que recogió en el acta una tarjeta amarilla en el minuto 54 de partido por el siguiente motivo: “Protestar, de forma ostensible, una decisión mía”. Una nueva amarilla para el técnico celeste, que acumula unas cuantas durante esta temporada. Tal vez debiera predicar con el ejemplo antes de pedir a sus jugadores moderación con el lenguaje ante los árbitros. 

Y aunque es cierto que no es lo mismo quedarse sin un jugador de campo que sin el entrenador, debe ser este el primero en servir de ejemplo y referencia para su plantilla. Si Berizzo sigue chocando con los colegiados, será difícil que se haga respetar ante sus jugadores a la hora de pedir un mejor comportamiento dentro del campo.