Neymar perdió los papeles ante Hugo Mallo (otra vez)


Foto: Óscar Vázquez
No se puede decir que Neymar no conociese a Hugo Mallo, ni tampoco el cuerpo técnico del Barcelona, que lo tuvo a sus órdenes el pasado año. El delantero brasileño ya sufrió en propias carnes el castigo del marinense durante el partido de la primera vuelta, y ayer, como ya sucedió en el Camp Nou, perdió nuevamente los papeles. Su juego se volvió vulnerable, y se dedicó a intentar provocar a Hugo Mallo con acciones poco éticas. 

El delantero brasileño es una estrella de equipo grande de manual. Desprecia a sus rivales sobre la cancha y solo disfruta cuando gana, y a ser posible si él anota. Padece un síndrome muy habitual entre los jugadores de determinados equipos. No encaja bien la derrota colectiva, y mucho menos la individual. Ayer volvió a dar muestras de ello. Hugo Mallo le ganó casi todas las partidas, le desquició y le sacó del partido. Demostró su nivel como lateral derecho, que le convierten en uno de los más interesantes defensas de la liga española. 

En un momento de la segunda parte, Neymar sacó lo peor de sí mismo con un feo gesto hacia un compañero de profesión, cuando se sacudió los mocos justo delante de Hugo Mallo. El propio jugador celeste increpó al barcelonista por dicha acción, y le propinó un empujón. También intervino el Sargento Cabral, que reprochó la acción al brasileño que, sin embargo, no desistió en su intentó de desestabilizar al lateral céltico con sus constantes provocaciones. 

Un mal ejemplo para miles de niños que lo idolatran. Aquí y fuera de nuestras fronteras, Neymar debería ser un referente para los más jóvenes. Los que ahora ven el fútbol y dentro de unos años serán protagonistas en un terreno de juego. Mallo lo secó, le ganó la partida. Le convendría más aceptarlo e intentar mejorar que  provocar a su rival con gestos reprobables. Por fortuna para él, no se cruzará con Hugo Mallo hasta el próximo curso. Que descanse hasta entonces. 

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