Leemos hoy en La Voz de Galicia una curiosa noticia firmada por Miriam Vázquez Fraga, que siempre nos acerca relatos muy interesantes sobre el conjunto céltico. Se trata de Hidetoshi Mori, un japonés sin relación alguna con Galicia, que a sus 37 años ha solicitado formalmente al club convertirse en abonado del Celta. Su historia de celtismo arranca con el fichaje de Mazinho por el Celta. El brasileño era el ídolo de Mori, que reside en Machida, y desde entonces su celtismo ha ido en expansión.
Dispuesto a formalizar su celtismo, se ha puesto en contacto con el club: “He escrito al club porque quiero hacerme abonado del club. Eso sería convertirme en un verdadero celtista”, manifestó el celtista nipón. Aún no ha recibido respuesta por parte del club.
Hidetoshi rememora su pasión por el Celta, que tiene su origen en el Mundial de Estados Unidos, celebrado en 1994: “Me fijé en Mazinho, me encantó su juego con la selección brasileña con la que fue campeón del mundo”. Su fichaje por el Valencia no le cautivó: “Conocía antes a ese equipo y ni fichándolo a él me llamó la atención”, proclama.
Sin embargo, dos años después ficharía por el Celta: “Nunca había oído hablar de aquel club. En ese momento empecé a interesarme por él, a seguirlo cada vez hasta acabar por aficionarme”. Tanto que incluso la marcha de Mazinho no produjo un desapego en su amor por los colores celestes.
Ha estado dos veces en Balaídos, la primera vez en 2001, y la segunda en 2011. Sigue los partidos del Celta a través de un canal de pago que le cuesta 20 euros y tiene que enfrentarse a la incomprensión de quienes le rodean: “Aquí nadie conoce al Celta y sí que lo encuentran raro, pero no me importa”, concluyó.
0 comentarios:
Publicar un comentario