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Foto: Salvador Sas |
Durante la pasada semana se planteó en Vigo el debate sobre el objetivo del equipo para lo que resta de temporada. Los más pesimistas hablaban de buscar cuanto antes la salvación y sufrir lo menos posible, mientras que aquellos más optimistas, no se ruborizaban a la hora de mencionar la palabra Europa. Clasificarse para competiciones europeas está realmente complicado por la distancia con respecto a los rivales que ahora mismo ocupan estas plazas, pero no era descabellado pensar en esa carambola europea que podría llevar al Celta por los campos del viejo continente.
La clasificación para la Europa League es ahora para el Sevilla y Villarreal, equipos inalcanzables para el Celta de aquí a final de temporada. El Málaga ocupa la séptima posición, que puede llevar a Europa si el Barcelona gana la Copa del Rey. El Málaga estaba con nueve puntos de ventaja sobre el Celta antes de esta jornada, y se ha situado a doce al término de esta, por lo que pensar en dar caza a los andaluces es una mera utopía.
Sin embargo, la octava plaza era esa opción a la que se agarraban los más optimistas. Las opciones de que esa plaza de acceso a competiciones europeas pasan porque el Barcelona gane al Copa del Rey, y Sevilla o Villarreal hagan lo propio en la Europa League. No es descabellado pensar que pueda pasar algo así, aunque es un tanto aventurado teniendo en cuenta que uno de los dos equipos españoles quedará eliminado en la Europa League, y el que pase tendrá que superar aún tres eliminatorias más ante equipos de mucho nivel.
Suponiendo que esto sucediese, que es mucho suponer, permitiría al equipo clasificado en octava posición acceder a Europa, por eso el partido ante el Athletic era clave para hacer los deberes y esperar la rocambolesca carambola -Torrecilla dixit- que pusiese al Celta en el mapa europeo. Nada más lejos de la realidad, el Celta cayó ante un rival directo por ese objetivo, y ahora se queda en décima posición, superado también por el Espanyol, que tiene un punto más, y a cuatro del Athletic, que además le tiene ganado el goal-average.
Así pues, parece que Europa se aleja definitivamente de Vigo, y lo mejor sería certificar cuanto antes la permanencia para evitar algún disgusto de última hora. Para ello, el partido del Levante el próximo fin de semana será clave. Allí ha ganado el Celta en las dos últimas temporadas, y sería bueno repetir resultado este sábado.
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