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| Foto: LOF |
A pesar de la derrota ante el Athletic, el partido de la noche del sábado nos dejó varias cosas positivas a las que agarrarnos de cara al futuro. Además de la irrupción de Santi Mina, otro jugador con pocos minutos ha dado motivos para la esperanza. Se trata de Théo Bongonda, el joven centrocampista belga llegado a Vigo en este mercado de invierno.
No es que haya tenido demasiadas oportunidades desde su fichaje. Desde un principio se ha dicho que el suyo es un fichaje de futuro, pensando a largo plazo más que a corto plazo, pero lo cierto es que viendo los pocos minutos que ha tenido, da la sensación de que, si su futuro es esperanzador, también su presente promete. Lo hizo ante la Real Sociedad, revolucionando un partido que tenía perdido el Celta, y lo volvió a hacer ayer.
Y eso que tan solo contó con cinco minutos para demostrar algo. En esta ocasión no se ubicó como carrilero, sino que lo hizo en su posición más natural, bien pegado a la banda izquierda, para desbordar y poner balones a los delanteros. Dos arrancadas suyas levantaron al público de sus asientos, y reactivaron a un Celta que por entonces tenía el depósito prácticamente vacío.
No tuvo incidencia en el marcador en esta ocasión, aunque dio la sensación de que con más minutos hubiese podido ayudar al equipo para culminar la remontada. Su fichaje parece otra buena inversión del Celta, que sigue peinando el mercado internacional y fichando con bastante acierto. Radoja o Bongonda son ejemplos de este curso, como Augusto y Krohn-Dehli lo fueron en otras temporadas.
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