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| Foto: Atlántico Diario |
Una de las cuestiones que más ha sorprendido a la afición durante la presente temporada es la situación de Yelko Pino. El canterano, al que siempre se le ha considerado una de las grandes promesas de la cantera céltica, ha sufrido este año un extraño viaje que le ha llevado de realizar la pretemporada con el primer equipo, a terminar jugando en el juvenil de División de Honor, donde ya destacaba hace tres temporadas.
No es el proceso normal de un canterano tras jugar el año pasado 32 partidos y más de 2.000 minutos con el filial. Con 18 años recién cumplidos, Yelko aspira a ser uno de los juguetes rotos de la cantera después de protagonizar algún episodio que no ha gusto mucho en el club. Su Tweet tras la destitución de Fredi, el anterior entrenador, no gustó nada en Praza de España, ni tampoco al nuevo técnico celeste, y desde entonces juega con el Juvenil de División de Honor.
Ayer, Miguel Torrecilla, quitó hierro al asunto Yelko cuando fue cuestionado por su situación: “Se decidió que compitiera con el División de Honor, y está haciendo una gran temporada con ese equipo. Es un jugador en formación”, recordó, aunque es difícil esconder lo extraño de la situación de este jugador, que cumplió 18 años el pasado mes de octubre, y que, a pesar de lo sucedido, sigue siendo uno de los futbolistas con más futuro en la entidad celeste si consigue centrarse en labrarse una carrera, siendo consciente de los necesarios pasos que hay que completar para llegar a triunfar en el fútbol.
Su calidad es indiscutible, se aprecia simplemente viéndole tocar el balón en un calentamiento, por eso el club debe tratar de forma adecuada este caso. El club renovó al futbolista hasta el 30 de junio de 2018 hace ahora dos años. Por entones apenas tenía 17 años y era una de las estrellas del juvenil. Hoy sigue siendo una de las estrellas del mismo equipo.
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