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| Foto: Ángel Gutiérrez |
Tal vez el titular suene raro tratándose de un futbolista que cumplirá 29 años el próximo mes de abril, y que en 2013 recibió el Trofeo Manuel de Castro como mejor jugador del Celta durante ese año. Augusto Fernández no entra dentro de los parámetros que definen a un futbolista revelación, y sin embargo, su acertada inclusión como pivote está siendo uno de los mayores aciertos de Berizzo desde su llegada a Vigo.
Augusto Fernández es otro. El argentino comenzó la Liga renqueante, sin realizar toda la pretemporada con sus compañeros y con constantes problemas físicos que le impidieron tener continuidad, y cuando gozó de minutos, su rendimiento no le hacía merecedor de muchos más. El centrocampista celeste ha ocupado varias demarcaciones durante esta temporada, incluso la de lateral derecho, pero Berizzo ha encontrado su mejor rendimiento ubicándolo como pivote, algo que parecía una temeridad antes de comenzar el Celta - Córdoba.
Augusto disputó ese partido y el de Anoeta como figura solitaria en la medular, con Krohn-Dehli cubriéndole las espaldas, y a partir del choque ante el Atlético tiene la compañía de Radoja, todo un seguro de vida. Entre ambos, han dotado al Celta de una seguridad desconocida, que se puede percibir echando un ojo a las estadísticas de goles en contra desde la inclusión de Augusto en esta posición.
Su rendimiento está siendo indiscutible, y le convierte en uno de los mejores jugadores del Celta durante al año 2015. Ha participado en la elaboración de muchas jugadas de gol, y ha demostrado una plena adaptación a una posición que le resulta extraña. Sus compañeros, que lo eligieron capitán antes de comenzar la Liga, siempre están dispuesto a a echar un cable al argentino, que desea prolongar su maravilloso estado de forma.
Por estos y otros motivos, se ha convertido en la revelación del año 2015. El jugador que más ha sorprendido por su rendimiento, y especialmente por el lugar en el que está dando lo mejor de sí mismo. Tras tres años en Vigo, hemos visto a Augusto actuar en varias demarcaciones, siempre con una ética de trabajo indiscutible, y convertido en uno de los líderes del vestuario.
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