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| Foto: José Lores |
Celta y Deportivo dirimen el cetro de Galicia esta noche en Riazor. No será un partido cualquiera, porque un derbi nunca lo es. Además, ambos equipos llegan a este partido con una situación clasificatoria relativamente tranquila, que les permite afrontar el partido con la victoria como único objetivo, sin pensar más allá de las consecuencias que pueda conllevar una derrota.
A Berizzo le motivan estos partidos. Lo demostró como jugador, y también como entrenador. No hay nada más que ver la rueda de prensa posterior al partido de ida para entender la motivación con la que el argentino afronta estos partidos. Esta noche pondrá en liza un equipo muy parecido al que derrotó al Atlético de Madrid. Podría haber algún cambio, pero no parece probable que la fisonomía del equipo difiera mucho.
Hugo Mallo, aunque viaja junto al resto de sus compañeros, no está recuperado y no será de la partida, mientras que Planas sigue siendo duda. Viaja Samu Araújo, que podría tener alguna oportunidad, aunque lo más lógico es que Sergi Gómez juegue por la derecha y Jonny por la izquierda, como viene siendo habitual en las últimas jornadas. Tampoco parece que Berizzo vaya a tocar el centro del campo. Con Radoja y Augusto parece haber encontrado el equilibrio en el medio centro, y Krohn-Dehli es absolutamente insustituible, como lo son Nolito y Orellana por los extremos. La opción de Charles crece a medida que aumenta la crisis goleadora de Larrivey, pero esta noche es muy probable que sea el argentino quien juegue.
Así pues, Berizzo podría alinear a los mismos hombres que ganaron el pasado domingo, algo que sucedería por segunda vez esta temporada. Repetir alineación no es algo que vaya con Berizzo, que ha jugado con 20 formaciones distintas a lo largo de esta temporada. En este tipo de partidos, los entrenadores no suelen realizar excesivas probaturas y se agarran a lo que le ha dado resultado.
Enfrente un rival que ha mejorado mucho con respecto al que visitó Balaídos en la primera vuelta. Simplemente la presencia de Fabricio en la portería, en lugar de Germán Lux, supone una mejoría importante para un equipo que se ha reforzado a conciencia en el mercado de invierno, y en el que destaca especialmente Celso Borges, que anotó dos goles en su debut con los blanquiazules en Vallecas. También fichó a un ex céltico como Oriol Riera, que se medirá hoy a algún antiguo compañero y todavía amigo del ariete.
Además de lo deportivo, a este partido lo rodean muchos aspectos emocionales. De Vigo viajarán más de mil celtistas, y se espera un lleno en Riazor, que esta noche vivirá la mejor entrada de la temporada, superando incluso el número de espectadores que hubo ante Barcelona y Real Madrid. El Celta tira y motiva más que enfrentarse a cualquiera de los dos grandes. Buena señal para la salud del fútbol gallego.
Decíamos antes que la situación clasificatoria era más o menos tranquila para ambos, así que se pueden centrar sin tanta presión en afianzarse en el trono de Galicia. En las dos últimas temporadas se llevó el gato al agua el Celta, y de momento sigue por delante en la clasificación, pero esta noche se decidirá gran parte de eso que se suele denominar como el equipo de Galicia.
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