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| Foto: FDV |
Cuentan que Eibar y Vigo fueron las localidades donde más temprano se proclamó la república aquel 14 de abril de 1931 -el municipio guipuzcoano figura oficialmente como el primero-. Comparten paisaje verde y carácter industrial. Y también una intensa vinculación futbolística pese a que sus equipos no hayan coincidido en exceso.
El Eibar está a punto de convertirse en el rival 52º del Celta en Primera División. Y tampoco célticos y eibarreses han coincidido demasiado en Segunda, solo en cinco ejercicios. Sin embargo, existe una excelente relación entre clubes, casi una historia de amor que pudo palparse en junio de 2005, cuando las aficiones se fundieron por los bares vigueses pese a jugarse el ascenso a Primera tras el trauma del "caso Toni Moral". Ese amor se sustancia en la existencia en Eibar, localidad de apenas 28.000 habitantes, de una peña céltica, la Eibarzale.
Este colectivo fue fundado el 17 de enero de 1999 por seguidores célticos residentes en la villa. En su página web presumen de ser miembros de la Federación de Peñas, accionistas del club y socios de la Fundación Celta. La Eibarzarle tiene su sede en el Bar Etxeguiña, cerca de la Casa Cultural de Galicia As Burgas, con la que mantienen un estrecho contacto. También están muy vinculados a la Peña Celtista de Bilbao Zeru-Urdin y la Peña Celeste de Irún.
Son datos que recoge y completa el periodista eibarrés Eusebio Gorritxategi, que publica en el Diario Vasco y ha hablado con miembros de la Eibarzale. Para registrar además su desencanto. A los peñistas se les han torcido las fiestas. El 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, conocieron que el sorteo del calendario ubicaba el enfrentamiento entre el Celta y el Eibar en Balaídos en el fin de semana del 29 y 30 de noviembre. En plenas fiestas patronales de invierno en Eibar, las de San Andrés. "Nos llevamos un chasco morrocotudo porque la casi totalidad, por no decir todos, estamos involucrados en las actividades programadas para las fiestas, que tienen por punto álgido su feria agrícola, el domingo por la mañana", le revelan a Gorritxategi el presidente, Emilio Fernández, y el socio y propietario del Bar Etxeguiña, Moncho Pampín. "Íbamos a fletar un autobús como mínimo para dicho choque, pero, al final, el gozo en un pozo. No obstante, el sábado en Balaídos tendremos una pequeña pero selecta representación. Ha sido una pena". Se consuelan pensando en el partido de vuelta, a mediados de abril. Pampín indica: "Desde aquí hacemos votos para que nuestros dos clubes hermanados se midan en la élite del balompié siempre, hasta la eternidad".
La Eibarzale cuenta entre sus miembros con José Ignacio, de 83 años, hijo de Baltasar Albéniz, mítico entrenador del fútbol español, que dirigió al Celta durante cuatro temporadas en dos etapas distintas (41-44 y 59-60). Albéniz liga al Eibar y al Celta como Deva, Almunia, Olaizola, Silva, Navas y Jota. El presidente de la Eibarzale, taxista de profesión, natural de Arnoia y también accionista del Eibar, apunta a un jugador que podría prolongar esa relación: el actual capitán armero, Yosu Errasti. "Sería la jugada perfecta", indica.
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