El ostracismo del eterno aspirante a fichaje estrella del Celta


Jonathan Pereira cambió este verano Villarreal por Vallecas, esperando gozar de una continuidad de la que no está disfrutando hasta el momento. Antes de viajar a Madrid su nombre sonó para el Celta, algo que ya se ha convertido en costumbre en los últimos años. No es verano si el nombre de Pereira no se vincula de algún modo con el Celta. Durante años se ha mantenido una situación de tensión sexual no resuelta en torno a este vigués que no llegó a jugar nunca en el principal equipo de su ciudad a pesar de ser uno de los futbolistas más destacados de Vigo en edad infantil. 

Formado en el Santa Mariña de Cabral, Pereira emigró a los 15 años a Villarreal, y fue con el conjunto castellonense con el que más ha triunfado en el mundo del fútbol. Sus flirteos con el Celta arrancan en 2008, cuando estaba cedido en el Racing de Ferrol. En aquel momento no pudo ser, fue cedido al Racing de Santander, que militaba en Primera División, y posteriormente traspasado al Betis con aquellas famosas declaraciones de Pereira al llegar a Sevilla sobre el interés del Celta: "Yo no soy tonto", afirmaba. 

De esas declaraciones se arrepentiría posteriormente, pero no mermaron el interés de Carlos Mouriño en repatriar a una de las grandes figuras del fútbol vigués actual. Suplente en el Betis, ya por entonces el nivel del Celta lo había superado con los de Balaídos en Primera División. Regresó entonces al Villarreal, con quien hizo una gran campaña logrando el ascenso a Primera División. Y su nombre volvió a sonar, pero siguió en la máxima categoría completando una temporada decente, con 30 partidos y 4 goles. 

Y así llegamos al verano pasado, donde su agente intentó mover el mercado para que su representado, celtista reconocido, tuviese alguna opción de venir a Vigo. Da la sensación de que el momento ha pasado, y el Celta no mostró este verano tanto interés en su contratación. De hecho fue nulo, así que, dado que no contaba para Marcelino, aceptó una cesión al Rayo Vallecano en la que esperaba tener los minutos que se le negaban en El Madrigal. 

Nada más lejos de la realidad. Jonathan Pereira tiene un rol absolutamente secundario en el conjunto franjirrojo, prácticamente inexistente en los esquema de Paco Jémez, que lo ha dejado fuera de las convocatorias en las últimas cinco jornadas. Sus números hablan por sí mismos. Ha disputado 3 partidos, solo uno de ellos como titular, para un total de 115 minutos. No ha visto puerta. Bueno, Baptistao, Kakuta, Aquino o Manucho le cierran las puertas. 

Lo cierto es que la competencia en Vallecas es dura. El Rayo es un equipo muy potente de medio campo hacia arriba y Pereira lo está pagando con un mal año. Tiene tiempo para reconducir su situación, pero resulta curioso lo lejos que ha estado siempre del Celta. En su mejor momento como futbolista, el Celta navegaba sin rumbo fijo en Segunda, y cuando el conjunto celeste ha dado el salto a la élite, fue Pereira el que bajó su rendimiento. ¿Se cruzarán algún día sus caminos?. 

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