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| Foto: LFP |
El Celta puso fin anoche a una maldición que le perseguía desde su regreso a la máxima categoría. El conjunto vigués no había logrado ganar en ninguno de los once partidos que habían sido arbitrados por Fernando Teixeira Vitienes, uno de los componentes de esa pareja de hermanos que siembran el terror por las canchas del fútbol español con un silbato en la boca.
La cifra ya empezaba a ser significativa: 11 partidos, y dos únicos empates que llevarse a la boda. Teixeira Vitienes, que ya era árbitro de Primera antes de la travesía por el desierto celeste, en forma de cinco años en Segunda, dirigió por vez primera a los célticos el 2 de septiembre de 2003 en Anoeta. En aquella ocasión se registró un empate, idéntico resultado que el registrado ante el Levante, en el Ciutat de Valencia, el 17 de diciembre de 2006. A partir de ahí, todo han sido derrotas para el Celta con el cántabro como árbitro.
De hecho, desde el regreso a Primera División, el Celta ha contado por derrota todos los partidos que le ha pitado. En la Temporada 2012-13 derrota en San Mamés y en el Benito Villamarín (1-0 en ambos casos) y ante el Valencia en Balaídos, también por la mínima. Ante el Betis, el asistente anuló un gol a Túñez por un fuera de juego a todas luces inexistente. La pasada temporada dirigió dos encuentros. El 0-2 ante el Rayo Vallecano en Liga, y la vuelta de la Copa del Rey en el Nuevo San Mamés, partido que acabó con derrota (4-0) de los hombres de Luis Enrique. Ayer, a la duodécima, fue la vencida.
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