Quique Costas: "No me importaría trabajar para el Celta"


"Es per tu", le dice su mujer al pasarle el auricular, aunque es vasca. "Ata loguiño", se despide al final Quique Costas. Tal es la mezcla de colores de su vida. El legendario jugador del Celta (1965-1971) y el Barcelona (1971-1980) acaba de saber que el club catalán no le renueva su contrato como entrenador de la cantera, donde había trabajado en diferentes cometidos desde su retirada como futbolista. Padre de todas las figuras de La Masía durante las tres últimas décadas, el vigués se resiste a jubilarse y a los 67 años no descarta emprender nuevas aventuras profesionales.

- ¿Se entera de que no sigue en el Barcelona, tras 43 años, porque ve que no ingresan su nómina?
- Eso fue un detalle. Estuve unos días en Vigo y al venir estaba todo el mundo de vacaciones. Me di cuenta de que pasaba algo. Antes de verano contaba con seguir un año más. Pero el contrato se ha acabado y punto. El Barcelona ha decidido que no continuase. Ahora estoy en época de jubilación y ya veré si me jubilo o no. Me gusta mucho el fútbol y no quiero estar parado. Estoy abierto a cualquier circunstancia que me puedan ofrecer. Y si me tengo que jubilar, me jubilo. Pero seguiré ligado al fútbol.

- ¿Se imagina trabajando para otro club?
- En toda mi vida solo he estado en dos clubes, en el Celta de los 14 años a los 23 y después en el Barcelona, tanto de jugador como de técnico. Son muchos años, claro, desde el 71 que me vine. No lo sé. Puedo ser viendo jugadores o haciendo seguimiento de partidos. Para entrenar, tendría que ser una cosa muy importante. Pero estar ligado al fútbol, seguro que voy a estar.

- En su momento, en época de Horacio Gómez, hablaron con usted para dirigir la cantera del Celta.
- Estaba de secretario técnico Félix Carnero y hubo una entente con Francisco Hernández, el directivo con el que hablé. Estuve reunido con él, me acuerdo que en una casa o un apartamento en Playa América. Al final también tenía oferta del Barcelona, era un problema por la familia, los hijos, los nietos? Quedó en nada. Nunca se sabe.

- En el Celta están contando mucho con jugadores criados en La Masía por usted.
- De lo cual me alegro muchísimo. Los primeros contactos, sobre todo formales, han sido en la época de Luis Enrique. Llevó chavales al Celta que han cumplido fenomenal. Ahora igual. Planas está dando un gran rendimiento. Y Gómez, cuando juegue, irá muy bien. Es una entente que podría tener continuidad. No lo sé.

- Colaborar con la cantera céltica quizás sería una buena salida para usted.
- Yo, encantado. Y basta que sea el Celta. Muchísimo más. La relación con el Barcelona sigue siendo cordial. Me ha dado pena dejar de trabajar allí. Me viene el periodo de la jubilación, pero yo estoy bien y con muchas ganas de hacer cosas. No me importaría trabajar para el Celta. Pero esto es una quimera. Me preguntas y contesto. No he pensado nada.

- Hablaba antes de Félix Carnero. Compañero suyo en la generación que fue subcampeona de España de categoría juvenil en 1965.
- Y Lito, Baiona, José Eduardo, Manolo, Cambeiro? Perdimos la final con el Athletic en Madrid. De ahí dimos el salto al primer equipo del Celta. El club sacó rendimiento de aquella generación.

- Participan en el ascenso, tras una década en Segunda, y en la primera clasificación para la Copa de la UEFA. A usted lo traspasan justo ese verano.
- Fue una etapa muy bonita. Me costó mucho dejar el Celta en aquella época. Eran otros tiempos. Estaba encantado en el Celta. Y ahora estoy encantado con la trayectoria que lleva. Lo del año pasado fue maravilloso, aunque al principio costase bastante. Yo tenía mucha confianza en Luis Enrique y así fue.

- Y es otra vez un Celta con mucha gente de la casa en la plantilla, como en su época de jugador.
- Trabajando para el Barcelona me fui a ver la final del Campeonato de España juvenil en Balaídos el año pasado. El Celta tenía un equipazo, un nivel fenomenal de chavales. Claro, el fútbol va por épocas. Pero hay una generación muy buena y creo que sabrán sacarle partido. Luis Enrique ya lo hacía y supongo que Berizzo lo estará haciendo.

- En el entorno del Barça se quejan de la decisión del club en su caso. Lo relacionan con el adiós del utilero Corbella tras treinta años.
- Txema era diferente, era trabajador. Yo era técnico y firmaba de año en año. Es otra forma de cotizar. Es cierto que a Txema también le cogió de sopetón. Pensaba seguir. Me parece que le faltan un año o dos para jubilarse, mientras que yo ya tengo la edad. Le arreglaron muy bien, de eso está encantado. Pero cuando tienes que dejar una cosa que has hecho toda la vida, cuesta.

- ¿El fútbol actual no sabe valorar la experiencia?
- Yo qué sé. Supongo que sí. La experiencia, a menos que seas un zoquete, es importantísima. El fútbol es muy cambiante. Te tienes que ir adaptando a todas las épocas, los conceptos, las formas de jugar? La experiencia es un grado muy importante, estés donde estés.

- Usted se retira como jugador en 1980 y empieza en La Masía, fundada pocos meses antes. Es uno de los responsables de su éxito.
- Yo y muchísima gente más. Y la prueba está en que llaman de todo el mundo a entrenadores del Barcelona. Siempre hay ofertas, no sólo como entrenador, sino para formar proyectos parecidos. Ha tenido muchísimo boom, ya con Cruyff y Van Gaal. Pero sobre todo con Pep. Su etapa fue increíble. De ello nos beneficiamos todos. Siempre se trabajó bien. Pero cuando da resultados en el primer equipo, todo se magnifica.

- ¿Le compensa su labor formativa el no haberse dedicado a dirigir en equipos séniors de Primera o Segunda División?
- Al poco de empezar a entrenar yo, tras una campaña muy buena con el filial, había equipos que me querían. El Celta estaba por ahí un poquillo. El Sporting me quería a toda costa. Pero yo estaba feliz en Barcelona, con los chavales. Quizás me hubiera tenido que dedicar al fútbol profesional, salir y entrar, ir a Murcia, Albacete? Pero estaba muy feliz con lo que hacía. Nunca se me ocurrió marchar.

- Los más grandes han pasado por sus manos: Messi, Iniesta, Xavi, Puyol, Guardiola, Amor? ¿Alguno más desconocido, que no triunfase, le dejó una marca especial?
- Hay muchos que no llegan por diversos motivos: un disgusto de los padres, una novia, malos consejos, mala cabeza, desidia, demasiada fiesta? Se van diluyendo. Muchos se perdieron. De los que triunfaron hay muchos. Si digo nombres, me olvidaré de alguno. Había un chavalillo que jugaba con nosotros en infantil, que era Javi García, delgadito, pequeñito, que nos tenía robado el corazón a todos. Era un jugador increíble. Llegó a Primera, estuvo en el Rayo o el Espanyol. Pero no alcanzó tanto como preveíamos todos. También Pinilla, el delantero. Con otros pasa al revés, no lo esperas y llegan.

- ¿Los grandes son agradecidos? ¿Se acuerdan de la gente como usted, que estuvo en el inicio de sus carreras?
- Normalmente sí. Yo no he tenido problema con ninguno. Víctor Valdés, Reina, cuando me ven? Ahora lo que estoy pasando me ayuda porque me llaman muchos chavales por teléfono y me dicen: "Vengan, mister, ánimo, no pasa nada". Te das cuenta de lo que la gente te quiere y tú no lo sabes. Me llaman chicos de todas partes del mundo, con los que no había hablado durante años. Esas llamadas reconfortan.

- ¿Le dicen que siga o que descanse?
- Alguno me dice "viejo" de cachondeo, ya se sabe cómo son los chavales. Pero me animan a seguir.

Armando Álvarez / Faro de Vigo

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