El mercado de fichajes se ha cerrado sin que se produjesen novedades en la plantilla céltica. Como estaba previsto, no hubo entradas ni salidas, como ya avanzó el Presidente Mouriño días antes del cierre de la venta de fichajes. El Celta ha cumplido también su promesa de formar una plantilla en la que todos sus integrantes son propiedad del Celta, y a diferencia del año pasado, solo hay un jugador celeste cedido en otros equipos. Se trata de Samuel Llorca, que reforzó este verano al Real Valladolid.
Dos de los componentes de la actual plantilla han protagonizado algún rumor sobre su posible salida del Celta vía cesión. Santi Mina y David Costas, las apuestas personales de Luis Enrique la pasada temporada, no están contando con minutos para Berizzo, y se especulaba con la posibilidad de que abandonasen Vigo temporalmente para seguir creciendo como futbolistas. Carlos Mouriño también anticipó que seguirían en Vigo.
Seguirán en Vigo, pero en una situación bastante delicada. Berizzo no cuenta con ellos, y la prueba es que no han entrado en ninguna de las dos primeras convocatorias, y tampoco están dispuestos a jugar con el filial. Además, hay que tener en cuenta que tienen ficha profesional y son jugadores del primer equipo a todos los efectos. Por delante tienen meses de duro trabajo en la sombra. Tendrán que ganarse por la semana una oportunidad el fin de semana. No será fácil porque sus posiciones están bien cubiertas, pero la temporada es larga y podrán disponer de oportunidades.
El aprendizaje que supone entrenar con compañeros de nivel es impagable, pero tal vez paguen la falta de competición que supone descansar los fines de semana. Una cesión a un club de Segunda seguramente sería la mejor opción, pero el Celta, o bien los propios jugadores, han decidido seguir en Vigo intentando ganarse un puesto. El pasado curso, el que estaba en una situación parecida era Jonny, pero el de Matamá supo revertir la situación y terminó como titular en el lateral izquierdo. Este año ha salido de inicio en los dos primeros partidos, desplazando al banquillo a Hugo Mallo. Ni más ni menos.
Ese es el espejo de estos dos jovencísimos canteranos a los que el salto a la élite puede terminar siendo contraproducente. Es evidente que ambos son todavía proyectos de futbolistas, pero la experiencia adquirida el pasado curso les vendrá bien, y estos momentos duros son los que marcan la diferencia entre un futbolista profesional y uno amateur. Una prueba de la que saldrán vencidos o fortalecidos, y no parece que David Costas y Santi Mina sean de los que se rinden fácilmente.
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