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| Foto: LOF |
Cinco minutos de distracción impidieron el triunfo céltico en Córdoba. La distensión posterior al gol. Un relax comprensible, ya que el calor multiplicaba el gasto, pero letal incluso ante un debutante en Primera División. El Celta no supo cambiar de fase lunar. Marcó y mentalmente suspiró. Se trastabilló cuando quiso convertirse en el agente pasivo del encuentro. Por ahí aparecieron costuras que el Córdoba aprovechó con gran efectividad. Es un defecto a pulir por Berizzo.
PERSONALIDAD DEFINIDA
El Celta regresa de Córdoba con otro examen aprobado, pese a un empate que se le queda corto. Ha demostrado que tiene una personalidad definida. Berizzo prolonga el diseño de Luis Enrique, lo matiza y enriquece.No altera su planteamiento ofensivo fuera de casa, al menos ante equipos de clase media-baja. A día de hoy se siente dominador ante ellos.
MENSAJE AL VESTUARIO
El nuevo entrenador sí altera rutinas establecidas por el anterior. Al menos por lo que muestra o insinúa en este arranque. Apuesta por otro tipo de gestión de la plantilla. Si mejor o peor, va en el gusto y se tasará en el rendimiento. Luis Enrique jamás repetía once inicial. Cualquiera podía ser titular. En ocasiones, la elección ni siquiera parecía ligada al rendimiento del encuentro anterior. El asturiano y sus ayudantes parecían disponer de un planillo en el que repartían tareas para toda la temporada. Con Berizzo, las jerarquías está claras. Costas y Mina se encuentran ahora mismo al fondo del armario. Hernández, que ha debutado un día después de recibir el alta médica, es uno de sus hombres de confianza. Madinda, pese a su buena pretemporada, sigue en segunda línea. Y Álex López es carne de sustitución. Aunque Berizzo asegure que quiere que todos sus jugadores se sientan suplentes, en su fuero interno todos son conscientes de su rol en el reparto inicial de papeles.
PUNTO DE REUNIÓN
Los suplentes acatan de mejor grado en la medida en que sus compañeros titulares justifican dentro del campo la elección del entrenador. Y pocos pueden protestar ahora mismo por el peso preponderante de Orellana y Nolito. Difícil encontrar a dos jugadores que sean capaces de crear una sociedad tan productiva partiendo desde bandas contrarias.
RADOJA POR BORJA
La suplencia de Borja Fernández es otro mensaje. La predilección por la cantera es política de club, que Berizzo acepta y comparte. Pero en Luis Enrique era además una inclinación personal, a veces incluso obsesiva o temeraria. Con Berizzo, la cuesta se le empina a los chicos de A Madroa. En Córdoba el argentino creyó preferible que Radoja tomase el puesto de Borja Fernández. El serbio es más hiperactivo y enfático que el vigués. Más intenso en la recuperación. También menos sencillo, con un punto mayor de desorden.
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