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| Foto: Xoan Carlos Gil |
Eduardo Berizzo intentó enviar un mensaje de calma ante la escalada de euforia desatada en la afición tras la gran pretemporada del equipo. El técnico se muestra satisfecho con lo realizado, pero quiere que sea real en la Liga: "Hay que ser cautelosos y saber que los partidos de preparación a veces distan mucho de los oficiales. Hemos buscado que todos se acerquen a su mejor forma futbolística, y creo que hemos acertado dando los minutos a todos los jugadores, que están próximos a su mejor versión", señaló en sala de prensa tras la goleada al Cagliari.
Al nuevo técnico céltico no le interesan tanto los resultados como el trabajo del verano: "Los resultados en estos partidos poco importan, son encuentros con más contenido que resultado, y eso hemos buscado. Estamos satisfechos por haber repartido los minutos entre todos y haber terminado nuestra preparación con un estado de forma muy cercano al que deseamos". También destacó que el equipo ha ido de menos a más durante el verano: "Fuimos dando pasos hacia adelante. Hemos encontrado cierto funcionamiento, cosas. Por supuesto que nada está asentado si no se repite en el tiempo y se vuelve hábito. Es el desafío que tendremos en la Liga, que lo mostrado en la preparación sea real en la Liga. En todos los partidos y contra cualquier rival. Así la preparación tendría sentido", subrayó.
Aunque hay un once más o menos perfilado, Berizzo prefiere mantener la incógnita hasta el encuentro frente al Getafe: "Realmente no tengo un once. Me parece que vamos a enfrentarnos a una semana larga de trabajo donde se terminarán de resolver cosas. Me gustaría que nadie se sintiese cómodo con una titularidad predeterminada. Eso es lo que les transmití el primer día de trabajo y lo han captado. Veo competencia sana, leal y honesta, pero no está nada definido por lo que haya sucedido hoy".
Por último, se le preguntó por el recibimiento que le tributó la afición, tanto a él como al equipo: "Lo importante es que la gente se sienta representada por sus futbolistas, orgullosa de lo que ve, del esfuerzo transmitido, de que ellos mismos harían en el campo lo que hacen los futbolistas. Esa comunión hay que estimularla desde el campo. La afición cuando le gusta lo que ve enseguida se anima. La gran generosidad física que le pone el equipo al juego hace que la afición se identifique. Debemos ser todos uno", concluyó.
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