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| Foto: José Lores |
El mercado de fichajes de verano ha explotado en plena primavera y Hugo Mallo y Fabián Orellana son los futbolistas célticos que se sitúan en los primeros puestos de esa supuesta parrilla de salida. No es la primera vez que el lateral derecho y el atacante despiertan el interés de algún club. Nadie duda de su valor en el mercado.
Valencia vuelve a sonar como posible destino del zaguero de Marín, que está atado al Celta con un contrato que concluye en junio de 2018 y cuya cláusula de rescisión se eleva a los 20 millones de euros, aunque todo es negociable.Mallo, que el 22 de junio cumplirá 23 años, lleva tiempo interesando al conjunto levantino. Es un jugador que conocen, lo han seguido con atención y gusta a la secretaría técnica del equipo que ahora entrena Juan Antonio Pizzi.
Como íntimo amigo que es de Luis Enrique Martínez, el argentino tendrá muchos más motivos y referencias ahora mismo para solicitar la contratación del canterano del Celta. Reforzar una posición en la que se espera algún cambio de piezas es el objetivo del conjunto valencianista. Antonio Barragán o Joao Pereira no continuarán el próximo curso en Mestalla, por lo que en la capital del Turia vuelve a sonar con fuerza la opción de Mallo, que se había dejado aparcada por los problemas económicos que arrastraba el club blanco.
Sin embargo, la entrada como accionista mayoritario del multimillonario Peter Lim abre posiblemente una etapa de florecimiento para una entidad deportiva que peleó al Celta en la última jornada de Liga la octava plaza de la clasificación, muy lejos de lo que le gustaría a una afición acostumbrada a celebrar títulos y a presenciar dos finales de la Liga de Campeones.
Lim, que a través de un fondo de inversiones adquirió al excéltico Rodrigo Moreno por 30 millones de euros, parece estar dispuesto a invertir alrededor de 80 millones en los refuerzos necesarios para hacer un Valencia más competitivo, que al menos se asegure su presencia en las competiciones europeas.
El Celta no necesita vender en estos momentos, como puso de manifiesto su presidente la semana pasada. Así, el club que quiera a Mallo tendrá que realizar una oferta irrechazable.
Y si Mallo despierta la atención de numerosos equipos, Orellana vuelve a ser objeto de deseo en su país. En Chile vuelve a sonar Colo Colo como posible destino del atacante del Celta, que se prepara con su selección para acudir al Mundial de Brasil. Una buena actuación en la cita mundialista elevaría su cotización, por lo que parece probable que el Celta retrase cualquier negociación hasta después de ese torneo. Cuando Luis Enrique descartó a Orellana, el mismo club chileno se mostró encantado en acogerlo.
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