Trashorras y Falque: Peligro conocido para el Celta


Foto: EFE
El Celta se enfrenta mañana en Vallecas a un peligro conocido. Al margen del estado de forma de Larrivey, Roberto Trashorras y Iago Falque son las dos amenazas que debe neutralizar el sistema defensivo celeste. El centrocampista pasea su pasado céltico y el delantero su etiqueta de vigués.

Los dos sitúan en el mapa de la trascendencia el envite entre dos rivales directos por la permanencia. «Para nosotros es un partido fundamental, en donde nos jugamos tres puntos, subir en la clasificación, distanciarnos un poco más en los puestos de abajo y ganar el golaveraje al Celta, al que pasaríamos», recita casi de carrerilla Trashorras, mientras su paisano habla de completar la faena: «Estamos en una situación muy buena, pero debemos aprovecharla. Cuando ganamos en San Sebastián nadie daba un duro por nosotros y no podemos cometer un error. Tenemos que echar el resto», explicó el vigués en conferencia de prensa.

El partido coge en el mejor momento del curso a los vallecanos, sumando 13 de los últimos 18 puntos, con la única derrota de la visita al Bernabéu. La metamorfosis no vino dada por un cambio drástico, sino por afinar en las dos áreas sin variar la misma idea. «Lo único que han cambiado son los resultados -dice Trashorras-. La idea sigue siendo la misma, pero antes pecábamos un poco de no ser eficaces en las dos áreas y ahora somos más sólidos atrás y arriba mucho más efectivos. La idea de tener le balón y la posesión la seguimos teniendo».

Menos especial

Ninguno de los dos tiene la sensación de que sea un partido especial. Solo un poco. Iago recordó que nunca jugó en el Celta y que lo único que varía durante la semana son las llamadas que recibe desde Vigo: «Siempre recibes más llamadas. Aunque salí muy pronto de Vigo siempre mantuve los mismos amigos y los sigo teniendo. Te llaman más, se meten un poco contigo, pero no jugué nunca en el Celta y no tengo muchos conocidos. Soy de Vigo, es el equipo de mi ciudad, pero no es más especial que otros». Roberto si que vivió casi un lustro vestido de celeste, pero eso matiza que la etiqueta de especial es la visita de cada temporada a Balaídos: «Ya llevo unos cuantos duelos encima y cada vez son menos especiales. Es más especial cuando vuelvo a Vigo, porque veo a más gente y veo a mis amigos».

A nivel particular Trashorras se ha convertido en la brújula y en un intocable para Jémez, un estatus al que poco a poco se aproxima poco a poco Iago Falque.

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