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Foto: Marta Grande |
Luis Enrique parece tener las cosas claras en defensa. El asturiano varió su once en las líneas menos previstas. Modificó la medular y retocó el ataque. Se mantuvo invariable la defensa, que volvió a contar con Cabral y Fontás como pareja de centrales. En los laterales tango Mallo como Jony se han convertido en indiscutibles. En principio el dilema lo protagonizaba Íñigo López, al que muchos veían como titular por su potencial en el juego aéreo.
Dejar la portería a cero era uno de los nuevos retos de este Celta. La solidez se antoja clave para rentabilizar la aportación goleadora de un equipo que crea ocasiones con claridad. Con Fontás y Cabral parece ese rigor defensivo se está logrando con el paso de las jornadas. Son una pareja de manual. El catalán destaca en la salida de balón, en su juego posicional, mientras que el argentino es contundente, va bien al cruce, y está cuajando su mejor nivel desde que desembarcó en Vigo hace año y medio.
La buena noticia del empate ante el Athletic no estuvo sólo en la imagen ofrecida. Yoel volvió a echar el cerrojo. Se quedó sin recoger ningún esférico del fondo de la portería. El portero vigués sí tuvo trabajo. No hubo acciones milagrosas, pero estuvo acertado a la hora de desbaratar los centros al área de los jugadores rojiblancos. Con la posesión también es más fácil defender. Que no te haga daño el contrario. La portería volvió a quedar a cero más de tres meses después. En aquella ocasión sirvió para asaltar el Sánchez Pizjuán (0-1). Antes, sólo dos precedentes. Málaga (0-5) y Villarreal (0-0). En las dos citas en Andalucía, detalle estadístico. Fontás y Cabral también eran los guardianes de la portería celeste.
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