El pasado viernes se cerró el mercado de fichajes de invierno. A lo largo de los últimos años han sido muchos los jugadores que ha fichado el Celta aprovechando la apertura del mercado en el mes de enero, y durante esta semana vamos a recordar a algunos de ellos, valorando no solo estancia en el Celta sino también su trayectoria y, por supuesto, su situación actual.
Para comenzar, elegimos a Gastón Cellerino, un jugador que no tuvo excesiva fortuna en Vigo. Tan solo anotó un gol, en los 12 partidos disputados, y durante su estancia en Vigo tuvo que afanarse por convencernos de que no tenía sobrepeso. De Vigo se llevó a su actual mujer y un abono, que todavía conserva. A veces vuelve por Balaídos.
Conocido como "El Dura", Cellerino se formó en las categorías inferiores de Boca Juniors, pero su primer equipo profesional fue el Deportivo Patagonés. De ahí dio el salto a Perú, para jugar en el Universidad de San Martín y a Uruguay, donde jugó en el Atenas de San Carlos, de la Segunda División Uruguaya.
En 2008 llega a la liga chilena, para jugar con el Rangers, donde obtiene sus mejor números (16 goles en 18 partidos) proclamándose junto a Néstor Barreiro máximo goleador de la fase regular, solo superados por Lucas Barrios. Su gol más recordado fue el que anotó en el Estadio Fiscal de Talca ante Palestino; Una chilena preciosa que incluso el arbitro del encuentro, Carlos Chandía, aplaudió. En enero de 2009 estuvo a punto de fichar por la Lazio, pero finalmente acabó en el Livorno, de la Serie B italiana con quién lograría el ascenso a Serie A.
Después de no contar con muchas oportunidades, Cellerino sería cedido al Celta en el invierno de 2010 para buscar ese hombre gol que tanto estaba demandando el equipo ante el poco resultado dado por Arthuro, que había abandonado el club pocos días antes. Cellerino sería presentado el 26 de enero de 2010. En su presentación comentó que estaba en baja forma y que tendría que ponerse a tono lo más rapidamente posible, pero lo cierto es que para cuándo estuvo disponible para Eusebio ya había pasado casi un mes.
Su primer partido fue un amistoso disputado ante el Ourense, en el que también debutó el otro delantero, Papadopoulos, que anotó un gol. Su debut con la celeste fue ante el Córdoba, el 21 de febrero. Entró en la segunda mitad sustituyendo a Joselu, y la primera impresión de los aficionados no fue la mejor posible. Cellerino aparentaba estar pasado de peso, algo que rapidamente negó, y más lento de lo deseable.
El 3 de marzo jugaría un nuevo amistoso, en esta ocasión ante el Montreal Impact canadiense, en el que marcaría su primer gol con la camiseta del Celta, aunque no fuese en partido oficial. A pesar de que los inicios habían sido malos, y dada la dificultad que tenía Eusebio Sacristán para encontrar un delantero goleador, le dio la oportunidad de ser titular ante el Recreativo de Huelva en Liga, un partido que aprovecharía Cellerino, ya que tras un más que decente partido fue considerado el mejor de dicho choque. Cellerino apuntaba a la titularidad, que reforzaría en choques posteriores hasta llegar al partido de Vallecas, donde Cellerino marcaría su primer y único gol con la camiseta del Celta en partido oficial.
Todo se torcería en un partido disputado ante el Real Unión el 3 de abril. Cellerino, muy pesado y lento, desesperaba a la afición y también a Eusebio, que había confiando en él. El partido no estaba saliendo como deseaba el entrenador y decidió retirar del terreno de juego a Gastón cuándo el electrónico marcaba el minuto 35. La decisión no gustó en absoluto a Cellerino que abandonó el terreno juego con visibles síntomas de enfado y se negó a saludar a su sustituto, Dani Abalo.
El asunto generó mucha polémica y el argentino recibió muchas críticas, y a pesar de pedir perdón y obtener el indulto de Eusebio, ya nada volvería a ser igual. De ahí al final de la temporada apenas jugaría, viendo incluso como Eusebio optaba por poner de titular a un chico del filial, Oriol Riera, antes que a él. También en la última parte de la temporada sufrió problemas físicos que le impidieron tener continuidad en el equipo. Finalizada la temporada, el Celta no solicitó ampliar su cesión y regresaba al Livorno italiano.
A Cellerino no se le recordará en Vigo como un gran futbolista, a pesar de que en su momento generó cierta ilusión. No cumplió las expectativas. En agosto de 2011, ficha por un año en el Racing Club de Avellaneda, a préstamo por el período de un año. Al no ser tenido en cuenta por el entonces entrenador de Racing, Diego Simeone, ni su sucesor, Alfio Basile, al cabo de seis meses se desvincula de la entidad de Avellaneda y firma con Unión La Calera.
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