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| Foto: Marca |
Luis Enrique apuesta porque el Celta hará una mejor segunda vuelta después de pagar en la primera el período de aprendizaje, pero en sus cuatro años anteriores como entrenador no siempre ha sido así. Lo consiguió en el primer y tercer año con el Barcelona B, pero en el segundo la puntuación del filial azulgrana fue menor en la segunda vuelta, lo mismo que le sucedió en la Roma en la campaña 11/12.
Por tratarse de su desembarco en un equipo en crecimiento, quizás el precedente más aplicable para el Celta actual, sea su primer año en el Barcelona B (campaña 08/09). Aquel equipo había cerrado la primera vuelta con 27 puntos después de un comienzo repleto de altibajos y en la segunda fue capaz de sumar seis puntos más (33) para acabar la temporada en la antesala del play off con 60 puntos.
Al curso siguiente no se repitió la historia en el Mini Estadi. Quizás con un equipo más hecho y con una fase de ascenso de por medio, los blaugranas levantaron el pie del acelerador en la segunda ronda, en la que sumaron 26 puntos puntos, cuatro menos que los sobresalientes 40 de la primera.
Al año siguiente (campaña 2010/11) ya en Segunda División, de nuevo se repitió la historia de una mejor segunda vuelta. Concretamente, nueve puntos más, de 31 a 40. El Barcelona B quedó tercero de aquella competición después de sumar 40 puntos en la segunda parte del campeonato.
En la Roma no se cumplió el precepto de mejorar tras el ecuador. Bajo la dirección de Luis Enrique el conjunto romano acabó la primera vuelta con 31 puntos y en la segunda parte del curso sumó seis menos (25), finalizando la Liga con 56.
Durante su año en el Calcio también vio menguada la producción goleadora del equipo, con 29 dianas en la primera vuelta y solo 21 a continuación.
Ahora se enfrenta al reto, por primera vez, de una segunda vuelta en Primera División, en donde por norma los conjuntos del furgón de cola suelen acelerar en busca de la salvación, además de reforzar sus equipos, y en donde los puntos salen más caros. De ahí que la proyección de firmar la salvación con 38 puntos ofrezca cuando menos alguna duda.
No obstante, a favor del presagio del entrenador juega el acoplamiento del equipo y que parece haber dado con la tecla en cuando a alineación, sistema y movimientos.
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