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Foto: Jesús de Arcos |
Parte de los aficionados del Celta que acudirán mañana a apoyar a su equipo al Santiago Bernabéu ya están en Madrid. Un autobús que forma parte del viaje organizado por la Federación de Peñas partió ayer por la mañana del estadio de Balaídos con la moral por las nubes para intentar dar la campanada en el primer encuentro de Liga del año 2014.
Los 55 integrantes del autobús abandonaban la ciudad olívica alrededor de las ocho de la mañana escoltados por el tremendo temporal que sacudió Galicia y que les generó diversas dificultades durante el trayecto hasta la capital de España, a donde llegaron a media tarde. Los mayores problemas para la expedición de aficionados vigueses llegaron en el paso por la Canda y el Padornelo, que generaron algo de nerviosismo, tal y como explica el presidente de la Federación de Peñas, Pepe Méndez, que no quiso faltar a la cita ante el Real Madrid.
El máximo responsable de la agrupación personifica el fenomenal ambiente que se vivió en esta primera avanzadilla de celtistas, convencidos de que pese a la enorme superioridad sobre el papel del Real Madrid, el Celta tiene mucho que decir para no ser una mera comparsa mañana en el Bernabéu. "Claro que será complicado porque ellos quieren seguir arriba para no perder comba con el Barcelona y el Atlético pero sabemos que el Celta es imprevisible, así que por qué no podemos dar la campanada", destaca Méndez, que añade que nadie se pega un viaje de estas características pensando que todo está perdido: "Cuando la gente viaja es porque está ilusionada, eso está claro".
Los más de cincuenta hinchas que decidieron aprovechar el puente de Reyes para viajar hasta Madrid se sumarán allí a los miembros de la peña Morriña Celeste, que aportarán también alrededor de medio centenar de personas en las gradas del estadio del Real Madrid, y a los casi doscientos aficionados que viajan por su cuenta y que no han parado de pedirle entradas a Pepe Méndez, que explica que desde la Federación han vendido todas las que el Madrid les ha enviado. "Seremos a lo mejor cerca de 400 personas el lunes. Aunque la fecha no ha ayudado, sí que lo ha hecho el precio de las entradas (25 euros), más bajo que la temporada pasada", desvela Méndez.
Si el bus fletado por la Federación de Peñas iba al completo, no será menos el organizado por la peña Irmandiños, que ha conseguido también pleno de reservas para el viaje que organizan mañana, saliendo también muy temprano del estadio de Balaídos y regresando a Vigo a la conclusión del encuentro, bien entrada la madrugada.
Todos los celtistas presentes mañana en las gradas se harán notar con total seguridad para dar un impulso extra a un equipo que necesitará hacer un partido perfecto para volver con algún punto en la maleta, ya que el reto que se le presenta al Celta ante el Real Madrid es mayúsculo aunque no imposible, como refleja Pepe Méndez. "Vamos a jugar el partido y ya veremos, motivación siempre hay", concluye. Todos ellos saben que el Celta es capaz de todo, tanto de lo mejor como de lo peor.
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