En el precipicio del fútbol menguante


Foto: Salvador Sas
El Celta ha tenido que afrontar el parón navideño con la mochila cargada de dudas y deberes. La última semana de competición del año se saldó con un empate con Osasuna, la eliminación en la Copa del Rey y una derrota en Zorrilla que no han hecho más que espolear las dudas respecto al juego céltico, apenas unos días después de que el muro de Balaídos fuese derribado. Las sensaciones ofrecidas en los últimos partidos han sido de un fútbol menguante al que los de Luis Enrique deben poner freno cuanto antes, a pesar de que el calendario no les es benévolo para finalizar la primera vuelta. El Bernabéu y el Valencia esperan.

Las sensaciones
Patinazo en la semana clave
Ante equipos de su Liga como son Valladolid y frente a Osasuna, el Celta no fue capaz de dominar ni ganar. Perdió dos oportunidades de oro, y sobre todo cayó en un mar de dudas que a la postre repercuten en la confianza de los jugadores. Si a ello se le suma la imagen de equipo menor ofrecida en la vuelta copera, el resultado es un final de año muy alejado de las expectativas. El equipo necesita más intensidad en las dos áreas si no quiere pasar los apuros del último curso.

La defensa
Baile de nombres e intensidad
Encajar ocho goles en una semana ha sido la puntilla para un equipo que defensivamente no encuentra su sitio. Ni por nombres, ni por contundencia. Luis Enrique ha desplegado en lo que va de Liga múltiples combinaciones en la zaga, tanto en el centro como en las bandas, pero sin el éxito esperado. El entrenador mantiene su apuesta de un centro de la zaga más tendente a la velocidad, con Costas, que a la intensidad, que a priori aportaría Cabral. En las bandas, Mallo no tiene rival en el flanco derecho, pero el izquierdo continúa siendo un baile. Aunque la mayor contundencia y velocidad de Jonny le sitúan como firme candidato a la titularidad, Toni y Aurtenetxe han disputado muchos más minutos que el canterano.

Baile de jugadores
Oubiña y dos más
Borja Oubiña, o en su ausencia Fontás, es el futbolista alrededor del que se genera un trivote por el que ya han pasado varios hombres de ataque del Celta. Luis Enrique sigue sin tener claro cuál es la mejor fórmula en el centro del campo, y aunque Álex y Augusto Fernández han ganado votos para acompañar al capitán, sigue sin haber una fórmula. Krohn-Dehli, bajo el abrigo de la versatilidad, y Rafinha, que sigue sin encontrar su sitio en el esquema, también han pasado por el trivote céltico.

Falta de gol
Una parcela a reforzar
El Celta ha cosechado 17 goles en 21 partidos, de los cuáles cinco se corresponden con la goleada al Málaga. El equipo necesita más gol, y como muestra, basta recordar que en los últimos tres compromisos de 2013 solo fue capaz de marcar un tanto, mientras encajaba ocho.

Fútbol previsible
El mismo discurso
El Celta no engaña a nadie. Sus planteamientos se han convertido en francos para los rivales, y eso permite a los equipos contrarios actuar en consecuencia. El balón jugado desde atrás, el papel del pivote a la hora de incrustarse en los centrales, los laterales carrileros, las entradas en diagonal de futbolistas como Rafinha, o las dificultades a balón parado definen a un Celta que se ha convertido en predecible. Una materia pendiente para el nuevo curso.

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