Un entrenador con las ideas muy claras


Foto: Marta G. Brea
Luis Enrique es un entrenador con las ideas muy claras. No puede decirse que sea inmovilista, pero a lo mejor sí un poco integrista. Tiene una idea «propositiva» del fútbol por la que lucha, aunque bajo mi punto de vista a menudo es necesario ver un poco más allá. Ver un poco la plantilla que tienes, aunque a lo mejor no sea el equipo que hubieras diseñado, y adaptarte. Porque, al fin y al cabo, los resultados son la base de todo. Se puede hablar de calidad y de disfrutar, pero normalmente jugar bien y ganar coinciden, aunque no siempre.

Considero que hay que cambiar la mentalidad si juegas en un club como el Celta, con el objetivo de mantener la categoría, o si diriges a la Roma y tienes unos objetivos más elevados. A lo mejor la idea de Luis Enrique es hacer un Betis como el de Pepe Mel, pero las cosas son las que son.

De este Celta me sorprende el poco espacio que le da a Nolito, que en principio debería ser un jugador que le gusta muchísimo y al que tendría que poner siempre. Sin embargo, veo que a veces entra con retraso, y con pocos minutos es más difícil obtener resultados.

Todo el mundo dice que la mejor cualidad de Luis Enrique es que no escucha a nadie. Durante su etapa en la Roma tenía las ideas claras, tan claras, que a lo mejor ni corrigió los errores, porque encajaba siempre goles de la misma forma. Jugada central y 30 metros por delante de los rivales, que marcaban con facilidad. Creo que al final no tenía los hombres aptos para su juego. Trató de proponerlo, pero se encontró con un Totti más estático de lo que está ahora y con De Rossi viviendo sus peores momentos. Además, es cierto que llegó al club en el peor momento.

En la Roma vivió una situación un poco rara, hasta el punto de que no se sabía ni quién mandaba. Había un presidente americano lejos, un director general, y un director deportivo, y no se sabía muy bien quién decidía. Había como dos cabezas que decidían la política de mercado, pero no se sabía muy bien cuánto poder de elección tenía Luis Enrique. Además, se marcharon los jugadores que posiblemente más se adaptaban a su juego. Fue una etapa dura tras la que se tomó un año sabático.


* Andrea de Pauli es corresponsal del diario Corriere dello Sport en Barcelona

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