Con el discurso sosegado que le caracteriza, Borja Oubiña contemporiza al analizar la complicada situación deportiva del Celta tras los resultados negativos que obtuvo tras un arranque esperanzador. Entiende que la desilusión se instalase entre la afición, "va con los resultados". Relativiza cualquier cuestión polémica, como el sistema táctico de Luis Enrique, que constriñe su juego, y niega que existan dudas sobre el nuevo estilo futbolístico.
- Luis Enrique ha reconocido que está preocupado por la situación del equipo tras la derrota ante el Elche ¿Lo está también la plantilla?
- Tiene que haber preocupación, evidentemente. Cuando no ganas significa que hay cosas que no haces del todo bien y tienes que preocuparte, ocuparte de las cosas para intentar mejorar.
- El técnico advertía en la víspera del último partido que este curso será duro también para conseguir la permanencia.
- Es inevitable. Para superarte tienes que hacer las cosas mejor, tienes que sacrificarte y, por momentos, sufrir. Es parte del deporte: tener épocas difíciles y superarlas. Ser parte de eso y por momentos hay que sufrir también.
- En cambio, usted se mostraba más optimista días antes, en una charla digital en el As.
- Eso es lo que uno espera. Evidentemente, confías que la temporada no sea como la pasada, en la que sobrevivimos casi de milagro. Para llegar a unos objetivos mejores hay que sufrir y pasar épocas malas, pero hay que superarlas.
- La plantilla del Real Madrid se reunió el lunes con Ancelotti para abordar su mal arranque de Liga. ¿Hará lo mismo el Celta tras los últimos resultados negativos?
- Todas las semanas. Ganes o pierdas siempre hay cosas que hablar, cosas que mejorar, pero nada en especial. Cuando se dan este tipo de situaciones tampoco hay que volverse loco y perder el sentido de las cosas. Si el grupo tiene una rutina de trabajo buena, y la actitud es buena , como en este caso, tampoco hay que cambiar demasiadas cosas. Simplemente hay que intentar solucionar situaciones deportivas que se puedan dar para mejorar, pero no va a haber cosas extraordinarias porque no hay fallos de actitud ni algo que haya que echar en cara a nadie.
- Parece que los rivales han descifrado el sistema del Celta.
- O no, son circunstancias. En otros partidos te pones por delante en el marcador y ahora se resiste esa pizca de suerte para que entre el primer gol. Son partidos diferentes, que se desarrollan de manera distinta, pero no creo que sea tan categórico todo para decir que te han cogido el truco a lo que haces. Creo que no. El fútbol es más complejo que todo eso.
- ¿Es necesario cambiar algún automatismo del juego?
- No, hay que hacer las cosas mejor. Estoy seguro de que el cuerpo técnico sabe más que yo de todas estas cosas, pero lo que hay que hacer es mejorar, individualmente, primero, y luego de manera colectiva.
- ¿Qué sistema táctico le gusta más?
- De momento, no soy entrenador, no decido sobre las situaciones que a mí me gustan o me dejan de gustar. No se trata de que un jugador esté cómodo dentro del campo, ni que esté más a disgusto. De lo que se trata es que el equipo funcione. Por suerte o por desgracia no tenemos un jugador determinante, no tenemos en el equipo a Messi, que tengas que jugar para él. De lo que se trata es que todo el mundo, dentro de su posición, esté lo más cómodo posible y que el conjunto funcione. No se busca que un jugador esté por encima de los demás.
- Pero si todos están cómodos, el fútbol fluye mejor.
- Pero eso no es fácil. Hay que intentar que los jugadores estén dentro de un sistema lo más cómodos posible. Pero, a veces, para que el equipo funcione hay que sacrificarse y hacer otro tipo de funciones que son necesarias también.
- ¿Se siente cómodo en el sistema de juego de Luis Enrique?
- Más o menos. Estar dentro del campo ya es un premio y ya es para estar cómodo. A lo largo de mi vida he tenido la suerte de jugar en muchas posiciones; por lo tanto, no estoy incómodo en ninguna de ellas.
- ¿Pero parece que está más constreñido, sobre todo al iniciar las jugadas?
- Bueno, es diferente a otras temporadas, a otros sistemas, a otra forma de jugar. Pero al final depende mucho de la idea que tenga el entrenador y de con quién juegues. Hay que amoldarse y acostumbrarse.
- ¿Cómo se mejora el rumbo del equipo?
- Ganando, evidentemente.
- Está complicado, con rivales como el Atlético de Madrid, el domingo que viene.
- Complicado es todo, en todos los partidos. El Atlético es difícil porque ahora mismo tiene las cosas claras y ese tipo de equipos son más difíciles. Pero es un partido para hacer las cosas bien, para plantearlo bien. A ver si somos capaces de competir mejor.
- ¿Duele no poder ofrecerle una alegría a la afición?
- Sí, claro. Lo peor es ver la respuesta de la gente y no haber ganado en casa todavía. Quizás los dos últimos partidos -Villarreal y Elche- no fueron para ganar, pero los dos primeros -Espanyol y Granada- deberíamos haberlos ganado y todo estaría más tranquilo. Pero ya digo que durante una temporada se dan situaciones difíciles y hay que saber afrontarlas y darles la vuelta.
- ¿Entiende que la gente esté desilusionada con el equipo?
- Es normal, va con los resultados. Al final es parte de esto, hay que aceptarlo, hay que saber que la reacción de la gente es normal e intentar cambiar los resultados, intentar ganar, intentar hacer las cosas bien, trabajar… Son situaciones normales, no esperemos que cuando no haces las cosas bien, cuando no ganas, la gente esté contenta.
- Causa sorpresa que el equipo haya ido de más a menos.
- No tengo esa sensación. Son circunstancias, no creo que el partido del otro día haya sido peor que el que hicimos contra el Espanyol. No veo yo esa evolución de más a menos. De hecho, en la pretemporada estábamos hablando de cosas diferentes, de que el equipo no se encontraba. Luego, de repente, la respuesta en la temporada es buena y ahora parece que llevamos dos partidos peores. Hay que darle un poquito más de tranquilidad.
- ¿Hay dudas en la plantilla sobre el sistema de juego de Luis Enrique?
- No, no, no… No hay.
Javier Conde / Faro de Vigo
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