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Foto: Jorge Landín |
En cambio, después de un inicio aceptable en las tres primeras jornadas, saldadas con una victoria afortunada y dos desafortunados empates, el Celta ha caído en picado y, con él, la popularidad de Luis Enrique. El juego es malo, las sensaciones distan de ser las mejores, y los números así lo atestiguan. No en vano, el del gijonés es el peor inicio de un entrenador en la era Mouriño. Ninguno de sus nueve predecesores en el cargo habían sumado tan pocos puntos en sus ocho primeros partidos al frente del conjunto celeste, y eso que por el banquillo vigués pasaron en los últimos años técnicos de ingrato recuerdo como por ejemplo Hristo Stoichkov o Pepe Murcia.
El Celta suma 6 puntos en ocho jornadas, fruto del triunfo logrado en el Benito Villamarín contra el Betis (1-2) en la segunda jornada y de los empates sumados en Balaídos ante Espanyol (2-2), Granada (1-1) y Villarreal (1-1). Los otros cuatro partidos los saldó con derrotas frente a Athletic (3-2), Getafe (2-0), Elche (0-1) y Atlético de Madrid (2-1), lo que le ha llevado a rozar los puestos de descenso, puesto que aunque es décimo sexto está igualado a puntos con Rayo Vallecano y Osasuna, penúltimo y antepenúltimo respectivamente.
El balance, evidentemente, no es satisfactorio. El inicio de Luis Enrique es peor que el de los otros nueve entrenadores que ha tenido el Celta con Carlos Mouriño como presidente, aunque es de justicia reconocer que varios de ellos se le acercan. Concretamente, Pepe Murcia, Eusebio Sacristán –ambos en la temporada 2008/09, en Segunda– y Abel Resino –éste la pasada campaña, en Primera– sumaron sólo un punto más que el técnico asturiano (7 en lugar de 6) en sus ocho primeros encuentros al frente del Celta.
El mejor en este sentido fue también el técnico más longevo de la era Mouriño, Paco Herrera. En la octava jornada de la campaña 2010/11, la primera del catalán en el cargo, el Celta era colíder con 19 puntos de 24 posibles, fruto de seis victorias y un empate. Curiosamente, la única derrota llegó en la primera jornada ante el Barcelona B (1-2) de Luis Enrique.
Tras Paco Herrera, los mejores en sus ocho primeros encuentros al frente del Celta fueron Juan Ramón López Caro (12 puntos de 24) y Fernando Vázquez, el primero de los técnicos de Mouriño y el único de cuya contratación no fue responsable. El técnico de Castrofeito ya había dirigido al equipo durante dos exitosas temporadas –ascenso en la 2004/05 y clasificación para la Copa de la UEFA en la 2005/06– cuando el actual presidente heredó el cargo de Horacio Gómez. El curso 2006/07 arrancó con tres victorias, un empate y cuatro derrotas, balance que aún siendo discreto no invitaba a predecir la posterior debacle que le costó el cargo a Vázquez.
El siguiente fue Stoichkov, que debutó con triunfo en el derbi contra el Deportivo (1-0) y después encadenó cinco derrotas seguidas antes de sumar dos victorias más. El búlgaro siguió en Segunda, pero fue cesado en la séptima jornada de una temporada en la que el Celta tendría otros tres entrenadores: López Caro, Antonio López (8 puntos de 24) y Alejandro Menéndez, que sumó cinco puntos en cinco partidos, mejorando por tanto la media de Luis Enrique.
La suerte de Mouriño con los entrenadores no mejoró, al menos no en cuanto a resultados, con Pepe Murcia ni Eusebio Sacristán en la temporada 2008/09, aunque sí con Herrera hasta que fue cesado este mismo año. Su puesto lo ocupó Resino, quien salvó al equipo de una manera milagrosa pero no sumó grandes números. En sus ocho primeros partidos, 7 puntos, sólo uno más que su sucesor.
Borja Barreira / Atlántico Diario
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