El 26 de febrero de 1989 visitaba Balaídos el Elche, y aquel día, sin saberlo, los franjiverdes iban a iniciar una infausta racha sin ganar un partido en Primera División. Racha que ya supera los 24 años, que son los que han pasado desde que el Elche descendió a Segunda División al término de la Temporada 1988-89, hasta que logró el ascenso el pasado mes de junio. Esa cifra no es excesivamente significativa, pero si lo son los 22 partidos que han transcurrido desde ese partido de Balaídos hasta el que este domingo disputarán ambos equipos.
El Elche había ganado en la jornada 22 de aquella temporada al Murcia (3-0), y visitó Balaídos en la 23, donde cayó derrotado por idéntico resultado. Pues bien, desde entonces, encandenó otros 15 partidos sin ganar durante aquella temporada, que condenaron al conjunto ilicitano al infierno de la Segunda División, y en su regreso a la máxima categoría ya encadena otros seis sin conocer la victoria, lo que establece un total de 22 encuentros en Primera División sin saborear la miel del triunfo. Y en el partido 23, la misma jornada en la que todo empezó, el Elche vuelve a visitar Balaídos. 24 años, siete meses y 3 días después.
Aquella tarde formaron por el Celta, que era quinto en la clasificación de la Liga: Maté, Atilano, Otero, Espinosa, Rodolfo, Nacho, Vicente, Mosquera, Zambrano, Julio Prieto Y Amarildo. En la segunda parte entrarían Lito y Camilo. El entrenador era Díaz Novoa. Por parte del Elche jugaron: Puente, Benito Sánchez, Robi, Javi, Company, Del Barrio, Berg, Fernández, Pedro Pablo, Saavedra y Claudio. En la segunda mitad entraron Reyes y Barboza. En el banquillo se sentó un tal Kubala. Marcaron para el Celta Julio Prieto, Amarildo y Vicente.
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