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| Foto: Marta G. Brea |
Toni Rodríguez ha dado toda una lección a lo largo de estas tres semanas. Desde el Celta le invitaron a salir y le dieron una semana adicional de vacaciones. Su respuesta fue instantánea. Rehusó el permiso y se puso a entrenar desde el primer día. Al máximo nivel, como en una carrera contra el tiempo.
En el arranque de pretemporada se enteró de su reformulación táctica. A falta de laterales zurdos en el plantel, nada mejor que retrasar la posición de un zurdo. Visitó por primera vez una retaguardia que le era inédita.
Y Toni ha respondido a todas las exigencias. Mentales y físicos, se ha entrenado al 100 % en todas las sesiones y Luis Enrique le ha correspondido con minutos, confianza y algún halago. «Estoy encantado con Toni», comentó en la víspera del Memorial Quinocho. Tampoco han faltado los apartes sobre el propio rectángulo sobre el propio césped.
El coruñés se ha movido en los dos sistemas utilizados por el Celta en los tres partidos disputados. Siempre de titular por delante de Carlos Bellvís, en teoría el único lateral zurdo del plantel. Ante el Coruxo y el Oporto en una defensa de cinco y frente al Southampton en un 4-3-3. En ambos casos respondió. Demostrando el alma de carrilero que le acompaña para incorporarse al ataque, el sábado fue un fiel asistente de Nolito e incluso se sacó un par de centros, y sufriendo más en defensa. Todavía le cuesta, pero está haciendo lo imposible para reciclarse del modo más rápido posible. Sin embargo, aunque no tiene nada claro. Solo que hoy volverá a entrenar.
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