Manu Sotelo: "El Celta me quería, pero soy muy joven para un despacho"


En esa especie de mundo aparte en la que muchas veces viven los porteros, Manuel Sotelo (Cangas, 1981) comparte espacio con Dani Aranzubia, Germán Lux y David Gómez, como relevo de Sambade. Un preparador más joven que el arquero riojano y solo un año mayor que el argentino que ha sabido hacer del posible lastre de la edad un motivo más para la confianza.

-Cualquiera diría que es la única cara nueva del plantel. Se ha integrado de inmediato.
-Ha ido todo mucho mejor de lo que me esperaba. Esperaba una acogida muy buena y que el trabajo con los porteros fuera bien y ha sido incluso mejor. Un cambio de vida muy bueno.

-Su vida anterior era en el Celta. ¿Qué le llevó a cambiar?
-En el Celta hacía mil cosas. El trabajo era de nueve a nueve, pero eso era un aspecto positivo porque hacía lo que me gustaba. El aspecto negativo que iba a tener este año es que no iba a estar en el campo. Yo era responsable de metodología, no solo de porteros, pero quiero estar en el campo sí o sí y Manuel (Pombo) y Fernando (Vázquez) me hicieron ver lo bueno del cambio. A mi edad no me puedo meter en un despacho y quedarme ahí. Pese a lo que dijeron algunos, en el Celta me querían y me hicieron ofertas, pero soy muy joven para encerrarme en un despacho. Además, el Dépor es un equipo de los que me apetecía mucho.

-Ya había pasado por aquí junto a Sambade.
-Sí. Llevo 16 años entrenando y tengo 32. Era portero y entrenaba a los pequeños del equipo de mi pueblo. Después llegué a A Coruña para hacer INEF y a los 21 años me di cuenta de que lo de entrenar solo un día e ir a los partidos los domingos no iba conmigo. El Alondras me ofreció dejar de jugar y dedicarme solo a preparar a los porteros del equipo, en Tercera. Un día le pregunté a Ángel Vales (profesor de INEF y actual analista de la selección española) si me podía pasar bibliografía para mi trabajo y me remitió a Sambade. Nos pusimos en contacto y empecé a crearme mis rutinas, mi metodología y a ir creciendo. Fuimos caminando juntos en muchas cosas.

-Y vuelve para coincidir con Lux y Aranzubía, casi nada.
-Tengo dos porteros de Primera. Han dado fe de que lo son. Poder trabajar con ellos fue algo más de lo que me hizo venir. Un entrenador de porteros es como un entrenador personal, con esa parte de debate, emotiva, de tú a tú... Y eso con estos dos fenómenos es impresionante.

0 comments:

Publicar un comentario