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Foto: Peña celtista Jorge Otero |
De los cuatro fichajes que hasta el momento maneja el Celta -con el de Rafinha todavía sin oficializar-, tres de ellos tienen un pasado en común. Todos se han formado en la Masía, la «fábrica» de futbolistas del Fútbol Club Barcelona, y todos ellos han trabajado a las órdenes de Luis Enrique en algún momento. Andreu Fontás fue el encargado de abrir camino en este capítulo al que se ha sumado Nolito, y que se ampliará con la llegada de Rafinha. Los tres han defendido los colores del Barça, y de hecho dos de ellos todavía mantienen una vinculación con la entidad barcelonesa, puesto que el club catalán podría recuperar al central pagando un millón de euros, y la operación del hijo de Mazinho es una cesión.
En un Celta en el que el objetivo es conseguir algún día un once cien por cien A Madroa, resulta cuando menos curioso el aterrizaje de una tacada de tres futbolistas con pasado en la Masía. Sin embargo, ayer era Andreu Fontás el que echaba tierra sobre el asunto. «Aquí estamos en el Celta, no venimos a ser el Barça B ni nada de eso, sencillamente venimos a aportar cada uno lo que sabemos, cada uno lo suyo, junto con los que ya estaban aquí», señalaba el central catalán.
Criarse en las categoría inferiores del Barcelona no es lo único que Fontás, Rafinha y Nolito tienen en común, puesto que es Luis Enrique el eslabón que les une y que habría auspiciado su llegada a Vigo.
Conocimiento de primera mano
El técnico del Celta trabajó con los tres futbolistas en el Barcelona B y les conoce a la perfección, sus virtudes, sus defectos y su potencial, de ahí que, a la hora de fichar, haya preferido rodearse de jugadores a los que controla y no arriesgar en un mercado que a veces puede deparar sorpresas. Y no siemrpe agradables.
Rafinha llegó al Barça B de la mano de Luis Enrique en la última campaña del técnico asturiano en el club catalán. Jugó nueve partidos y coincidió con un Fontás y un Nolito que resultaban titulares indiscutibles en el grupo. Fueron estos dos los que compartieron con el entrenador sus tres temporadas en las filas culés.
En ese sentido, el técnico Juan Carlos Andrés lo tiene claro, la presencia de futbolistas forjados en la Masía «responde al pasado común del entrenador, no a dónde se han formado», una tesis apoyada por Jorge Otero. «Está clara a influencia do adestrador, que os coñece francamente ben. Son futbolistas importantes, xente de moito nivel e, aínda que algúns non están completamente desenvoltos, xa sobresaen».
Cantera y refuerzos
El Celta tiene sobre la mesa la necesidad de combinar su apuesta por la cantera con el rendimiento del primer equipo, y ese elemento resultaría determinante para la incorporación de Rafinha, un jugón, Nolito, un atacante contrastado, y Fontás, un refuerzo para la zaga. Su llegada no implicará obligatoriamente una menor presencia de canteranos célticos en el once, y aunque los tres pudieran disfrutar de la titularidad, el papel protagonista de la cantera celeste en el primer equipo parece que tendrá continuidad. Los jugadores de la casa siguen siendo el gran granero céltico.
Además, uno de los argumentos que determinaron la llegada de Luis Enrique al banquillo del Celta fue su encaje con la filosofía de la cantera. Esta disposición ya se ha visto en el arranque de la pretemporada, en la que se ha rodeado de juveniles y futbolistas del filial, a los que no deja de corregir y de los que está pendiente. Aunque la Masía gana presencia, A Madroa siempre será céltica.
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