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| Foto: Jesús de Arcos / FDV |
Luis Enrique dejaba claras sus prioridades el pasado martes: más entrenamientos y menos partidos para trabajar todos los aspectos del juego. Ayer fue el turno de las jugadas de estrategia, uno de los puntos débiles del cuadro olívico en los últimos años. Durante hora y media, saques de esquina, faltas y penaltis fueron protagonistas en Melgaço.
Muchos son los aspectos que el Celta tiene que mejorar respecto a la pasada temporada. Uno de ellos es sin ninguna duda la estrategia, un ámbito del juego que apenas ha generado beneficios en el conjunto olívico las últimas temporadas. Por eso, Luis Enrique y su cuerpo técnico tienen ante sí el reto de mejorar los número tanto en defensa como en ataque.
Nada mejor que la pretemporada para trabajar a fondo cualquier mínimo detalle que no deje nada a la improvisación cuando comience la competición oficial. La sesión matinal de ayer en Melgaço se dedicó íntegramente a preparar este tipo de jugadas, en las que Juan Carlos Unzué, segundo de Luis Enrique, parece llevar la voz cantante, aunque el asturiano tampoco perdió detalle de nada durante el entrenamiento.
La preparación no comenzó sobre el césped. La plantilla estuvo durante veinte minutos encerrada en el vestuario viendo un vídeo sobre la colocación en este tipo de acciones, que posteriormente llevarían a cabo. Primero, le tocó el turno a los saques de esquina, con Orellana, Toni, Yelko, Krohn-Dehli y Nolito como lanzadores.
La sesión incidía más en los movimientos a nivel defensivo, como reconoció a la conclusión del entrenamiento Jonathan Vila. "Es bastante sencillo pero luego dentro del campo todo se complica porque los rivales te obligan a otras cosas, debemos asimilarlo cuanto antes", destacó el central porriñés.
Posteriormente, fue el turno de las faltas laterales, en las que Luis Enrique y Unzué insistían en la importancia de una línea adelantada para achicar espacios y alejar lo más posible a los rivales del área, en la que exigía a los porteros un dominio total además de exigirles que sacasen rápido para ensayar los contraataques.
Trabajados faltas y córners, los últimos minutos de la sesión se dedicaron al ensayo de lanzamientos desde el punto fatídico. En ese momento, Luis Enrique pidió que solo quedasen los que asumirían la responsabilidad de lanzar en una final. Toni, Orellana, Charles o David fueron de los más destacados. Todos saben ya que la estrategia puede ser clave a lo largo del año.
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