Abel, entre los peores números y el silencio

JORGE LANDÍN 

Los números no están con Abel Resino. Ningún otro entrenador a lo largo de la historia del Celta había sumado cuatro puntos de 21 posible. Un triunfo y un empate en siete partidos. Guarismos que han colocado al cuadro céltico como colista dos décadas después. En un día duro para el celtismo, Abel Resino optó por el silencio a su llegada a Vigo. Declinó atender a los medios de comunicación en la terminal del aeropuerto y más tarde explicó, según la versión del club, que no tiene costumbre hablar el día después de los partidos.

Más allá de su silencio, hasta el momento sus dos meses en Vigo no han servido para reactivar al equipo. Por el momento no ha sabido corregir ninguno de los dos males primordiales. Ha encajado en los siete partidos, aunque al menos en Mallorca recuperó gran parte de su seriedad defensiva tras un giro radical del estilo implantado hasta entonces. En ataque, la idea de adelantar la línea de presión para estar más cerca del área rival tampoco ha funcionado y el equipo sigue tan romo como siempre, de hecho ya acumula dos partidos sin marcar gol alguno. Desde que Aspas fue sancionado solo han anotado los mediocentros, además del tanto testimonial de Park en A Coruña.

Con contrato en vigor para la próxima temporada, por el momento nada indica que su puesto esté en peligro, aunque desde hace días ha comenzado a sonar Quique Setién como primera opción de cara al futuro próximo. En el mismo sentido también ha surgido el nombre de Carlos Mouriz como director deportivo. El futuro de Miguel Torrecilla parece estar lejos de Vigo salvo un cambio radical en lo que resta de curso.

La Voz de Galicia