Ni contigo ni sin ti


LOF

Los males del Celta como visitante no parecen tener remedio, a pesar del cambio de entrenador. Con Herrera, el equipo vigués sumó un triunfo y un empate en 13 desplazamientos, el peor registro de todos los participantes de la Liga. Con Abel Resino al frente del banquillo tampoco ha cambiado esta dinámica negativa de los célticos, a pesar de que ayer tuvieron ocasiones para sacar algo positivo. Sus errores defensivos, sin embargo, lo condenaron a recibir la primera goleada de la temporada ante un Sevilla que aprovechó todos los regalos de un rival que le plantó cara en la primera mitad, cuando Negredo ya llevaba dos de los tres tantos que le marcó a Javi Varas.

sin lago y krohn-Dehli

Abel jugó sus cartas sentando en el banquillo a dos jugadores hasta ahora indiscutibles en el once del Celta: Roberto Lago y Krohn-Dehli. La ausencia del lateral resultó más sorprendente que la del danés, que había entrado en una baja forma preocupante. Bellvís y Bermejo fueron los beneficiados. El equipo vigués se plantó en el campo con un 4-2-3-1, con Cabral y Demidov como pareja de centrales, Oubiña y Alex como pivotes, Augusto, Bermejo y Orellana en la línea de tres cuartos y Aspas en punta.

Falta de pegada

Con la defensa adelantada y Bermejo como referencia del juego directo, el Celta fue el primer en encontrar portería. El lanzamiento de Aspas lo despejó a córner Beto. El Sevilla, en cambio, no perdonó en la primera que tuvo: Navas centra y el rechace de Varas lo recoge Negredo que marca con la derecha. En el minuto 28 se repite la misma jugada. Esta vez Negredo remata, sin oposición, con la izquierda. Mientras tanto, Aspas desperdiciaba un mano a mano con el portero sevillista. Al Celta volvía a faltarle pegada.

Gran producción ofensiva

Hasta 14 lanzamientos a la portería de Beto realizó el Celta, de los que cinco fueron entre los tres palos. A pesar de la goleada recibida, el Celta produjo ayer más acciones ofensivas que en la mayoría de sus partidos como visitante. El gol de Augusto llegó por la presión de Aspas, que aprovechó un mal despeje para entregarle el balón al argentino. Dos minutos después, en el 41, Orellana tuvo el empate, pero su lanzamiento se estrelló en el larguero. El equipo vigués se iba al descanso convencido de que podía voltear el marcador ante un rival con una pegada mortífera, pero que se veía superado por la defensa adelantada del rival y la presión que le impedía hacerse con los rebotes. Pero el Celta carece de un rematador que le quite de la zona de descenso.

Mal día para varas

El portero cedido por el Sevilla llegaba muy motivado a casa, pero no tuvo su día en el Sánchez Pizjuán. Su peor momento llegó en el minuto 65, cuando el chileno Medel lanzó una pedrada desde 20 metros. A Javi Varas se le doblaron las manos cuando contactó con el balón. El gol hundió a los célticos, que apenas tuvieron fuerzas para seguir atacando a Beto.

naufragio defensivo

El equipo de Abel creció en ataque pero se encogió en defensa. Hasta ayer, solamente el Rayo Vallecano, el Barcelona y el Getafe le habían marcado tres goles esta temporada. Sin haber asumido todavía el gol de Medel, el sistema defensivo céltico volvió a saltar por los aires dos minutos después. Negredo, de nuevo, se encontró un rechace franco y con otro golpeo con la izquierda superó a Varas, que vivió ante sus paisanos el partido más amargo desde que juega con el Celta. Navas, Rakitic, Negredo, Del Moral... fueron una pesadilla para la zaga céltica.

banquillo neutro

Esta vez no funcionaron los cambios de Abel, que le dio la oportunidad a Pranjic por Orellana cuando el Celta todavía veía la posibilidad de empatar el partido. El croata no aportó nada al equipo. Eligió después a Quique de Lucas, para suplir a Augusto en el minuto 75, cuando ya todo estaba perdido. El técnico toledano parece apostar por los veteranos para intentar el reflotamiento del equipo. En los últimos minutos dio entrada a Roberto Lago, por Bellvís. Ese fue un cambio obligado por las molestias físicas del valenciano. Park y Krohn-Dehli se quedaron fuera de un partido que puede causar mucho daño a un equipo con la moral por los suelos.

calendario terrorífico

La goleada en Sevilla no es el mejor resultado para encarar un calendario terrorífico: Real Madrid, Deportivo y Barcelona. Restan doce jornada de Liga y el Celta necesita ganar al menos seis partidos. De momento, no levanta cabeza fuera de casa.

Javier Conde / Faro de Vigo

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