Futbolista al volante, peligro...


Si la velocidad es la reina de las cualidades para jugar al fútbol, es al volante cuando esa misma cualidad se adultera y muta, como ha ocurrido con Karim Benzema, el delantero francés del Real Madrid 'cazado' con nocturnidad a 216 kilómetros por hora en la M-40, y cuyo caso ha reabierto un expediente de excesos que aparentaba estar dormido. Son varios los futbolistas que han pisado en exceso el acelerador o han tenido algún otro tipo de problema como conductores. También en el Celta ha habido casos durante los últimos años.

Parece que el binomio formado por los coches de muchos caballos y las manos de jóvenes futbolistas al volante sigue deparando escenas de alto riesgo. El último de la 'lista negra', Benzema, conducía el vehículo que el club madridista puso a su disposición a más del doble de la velocidad permitida en el tramo en donde la Guardia Civil fotografió la escena. El francés ya es un caso claro de reincidencia, quizá por ello genuino, puesto que en 2009 se vio envuelto y por dos veces en sendos accidentes, y otro más en junio de 2011 en Ibiza.

La impericia de Benzema y su afición al velocímetro recuerda los gustos parecidos de David Beckham, quien posee un "respetable" historial de penalizaciones por exceso de velocidad. El inglés, el año pasado, golpeó con su todoterreno a otro vehículo en Los Ángeles después de conducir de manera "temeraria" y "con exceso de velocidad", según varios testigos. Hace unos años Beckham fue "recriminado" por conducir a 96 km./h. por la famosa calle Sunset Boulevard, donde la velocidad máxima es de 56 km./h.

Drenthe, el ex del Real Madrid, fue multado en 2010 por conducir a más de 160 km./h. por las calles de Alicante. También Ballack se pasó de frenada al volante, en la provincia de Cáceres, al circular a 211 kilómetros por hora en una autovía.

La antología de los despropósitos al volante la protagoniza el exinternacional brasileño Edmundo, el jugador que posiblemente ostente el triste récord de número de multas en circulación. A Edmundo y solo en 2008 se le contabilizan hasta 17 notificaciones.

Pero no todo es reincidencia. Pepe Reina, por ejemplo, aprendió la lección en 2008 tras conducir a mayor velocidad de la permitida en Inglaterra en una calle céntrica de Liverpool.

El portero internacional compareció ante el tribunal de Liverpool (al norte de Inglaterra) y se declaró culpable de haber sobrepasado los límites de velocidad cuando conducía su coche, un Porsche 911.

La velocidad también sedujo a otros deportistas de los denominados "prudentes" como Lewis Hamilton, el piloto británico de F-1, o el golfista José María Olazábal, fichado por circular a más de 150 km./h. en un zona limitada a 105, también saltaron a las páginas de los diarios no precisamente por sus gestas deportivas.

El Celta no ha sido ajeno a incidentes de sus jugadores relacionados con la conducción. De los últimos años se recuerda que Claude Makelele salió ileso tras sufrir la madrugada del 11 de noviembre de 1999 un serio accidente de tráfico, en la autopista A-9. Makelele iba al volante de un Ferrari F-40 Módena que había estrenado diez días antes. Testigos presenciales aseguraron que el futbolista, que regresaba de Porriño tras disputar un amistoso, hizo una maniobra brusca al llegar a la salida de Teis y perdió el control del vehículo. En un accidente más leve, Fernando Cáceres estrelló su coche en La Florida. Y hubo jugadores a los que se les retiró temporalmente el carné por algún tipo de infracción.

El último caso que se recuerda es el de Joan Tomás, interceptado por la Policía Local a las cinco de la madrugada del 11 de agosto de 2011 conduciendo su coche por dirección prohibida en varias calles del casco histórico de Vigo en estado ebrio.

Faro de Vigo

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