Los defensas aprenden a parar a Aspas a base de faltas

JORGE LANDÍN 

Es notorio que el rendimiento de Aspas ha descendido ligeramente en las últimas jornadas. Su irrupción en la máxima categoría fue fulgurante, sorprendiendo a propios y extraños por su extraordinaria y rápida adaptación a la Primera División, en la que nunca había jugado. El bajo rendimiento del equipo en las últimas jornadas ha influído, así como sus problemas físicos, que le han impedido estar al cien por cien en momentos clave, pero también es evidente que los centrales rivales le prestan más atención que a principio de temporada. 

La consigna parece ser clara: Parar a Aspas como sea, y la forma más sencilla de hacerlo es a base de faltas. El de Moaña, además, todavía no goza del respeto por parte del estamento arbitral, por lo que las infracciones cometidas sobre la estrella céltica suelen resultar bastante baratas a los zagueros rivales. Tras 22 jornadas de competición, Iago Aspas es el futbolista que más faltas recibe en la  Liga, superando a Messi y a Cristiano Ronaldo. La clasificación está muy igualada. Aspas ha sido objeto de 54 faltas, mientras que Messi ha recibido 53. Le siguen en la tabla Hélder Postiga con 52, Carlos Vela con 51, y con 50 faltas están Ander Herrera y el ex céltico Roberto Trashorras. Otro ex del Celta, Diego Costa, es el siguiente en la clasificación con 49 faltas recibidas, las mismas que Cristiano Ronaldo. 

Eso si contamos las faltas señaladas, porque son muchas las que recibe el moañés y no son objeto de castigo por parte del trencilla de turno, seguramente por aquello que comentábamos antes de ganarse el respeto de los colegiados. Incluso sin tirar de estadísticas, la sensación que tenemos cuando asistimos a Balaídos o vemos un partido del Celta por la tele es la querencia que tienen los rivales para frenar al moañés a base de faltas. Juegan con la propia desesperación del futbolistas, que ya ha visto alguna amarilla por protestar, y con el hecho de que, especialmente fuera de casa, juega demasiado aislado en punta. Aspas ya se ha adaptado a la categoría, pero es ahora cuando empiezan a conocerlo y tendrá que variar ligeramente su forma de juego para seguir sorprendiendo a las zagas contrarias.