Una primera vuelta al límite


El Celta ha cerrado la primera vuelta de la Liga con mejores sensaciones que resultados. El primer tramo del campeonato ha sido agridulce para el conjunto de Herrera, de sombras y luces, destellos de buen juego que no han bastado para ocultar serios los problemas que el equipo ha tenido para adaptarse a la nueva categoría.

El Celta ha pagado la novatada. Le ha faltado oficio para competir con rivales de su pelaje, poso para madurar los partidos e inteligencia para administrarlos. Once derrotas en diecinueve partidos son demasiadas. Un récord, de hecho, en Primera División. No encajaba tantas el equipo vigués en el primer tramo del campeonato desde el curso 1985-86, fecha en que estableció el histórico registro que acaba de igualar.

El equipo de Herrera ha perdido la mayoría de sus partidos fuera de casa. Ha jugado diez, con un balance de nueve derrotas y un solo triunfo, en La Rosaleda, frente al Zaragoza. Esto arroja un mísero saldo de 3 puntos de 30 posibles que ponen de manifiesto el severo problema que el equipo tiene para competir lejos de Balaídos.

A pesar de que en buena parte de estos encuentros los célticos han plantado cara a sus adversarios -solo el Madrid y la Real Sociedad lo superaron con claridad-, un número tan elevado de derrotas no puede ser casual. Se ha repetido demasiado como para atribuirlo a la mala suerte. Urge identificar sus causas y ponerle remedio, restañar la herida mientras sea posible contener la hemorragia.

La buena noticia es que en una campaña en la que la lucha por la permanencia se pronostica agónica parar una decena de equipos, los celestes han podido esquivar la zona fatídica. De momento. En las 19 primeras jornadas nunca ha pisado las zona de descenso, aunque últimamente ha visto reducida su ventaja -en algunos momentos apenas un gol le ha librado de caer al hoyo- con sus perseguidores.

Cerrada la primera vuelta, el Celta marcha provisionalmente en la decimoquinta plaza, con 18 puntos, los mismos que suma el Espanyol. Aventaja en dos al Granada y el Deportivo y en tres a Osasuna, los equipos de cola de pelotón. Pero su renta puede verse reducida hoy mismo a la mínima expresión, si el cuadro andaluz supera al Getafe en el partido que cierta, hoy lunes, la jornada. Si los nazaríes ganan, la referencia sería ya el Mallorca, a solo un punto de los célticos.

Al Celta se le ha achacado también un problema de falta de pegada en su retorno a Primera División. Los números de la primera vuelta lo confirman. Con 19 goles en 19 partidos, el grupo de Herrera es el cuarto equipo menos realizador del torneo. Le superan tan sólo en este apartado negativo el Granada, el Osasuna, con 14 cada uno, y el Espanyol con 18. La producción goleadora del Celta se ha concentrado prácticamente en un solo futbolista: Iago Aspas que, con 8 tantos, acapara casi la mitad de los goles marcados por el equipo. El juego de ataque celeste ha vivido casi en exclusiva de las diabluras del genio moañés, objeto de deseo de grandes clubes europeos y al que Vicente del Bosque comienza a tener en cuenta para la selección española.

La explosión de Aspas -impensable hace unos meses- contrasta con la escasa aportación goleadora del resto de los delanteros, significativamente del surcoreano Park Chu Young, cuyo rendimiento ha estado muy por debajo del esperado en un futbolista de su escala salarial. Park suma apenas dos goles, uno menos que Mario Bermejo, que suma tres, a quien Herrera ha alejado del área para que ayude al medio campo. Tres llevan también Quique de Lucas, con menor protagonismo este año, pero buenas cifras en relación al número de minutos jugados.

Bajo del liderazgo de Aspas y con la aportación de algunas de las piezas incorporadas esta campaña, muy significativamente del danés Michael Krohn-Dehli, principal asistente del equipo, el Celta ha sido capaz de generar en no pocos partidos un ingente número de ocasiones de gol que no ha rentabilizado Y esto sugiere también un problema de gol. De acierto en el remate, en definitiva, de pegada.

El equipo vigués presenta aceptables números defensivos, a lo largo de esta primera vuelta. Puntualmente le ha faltado contundencia y ha pagado un elevado precio en su falta de rigor. Un claro ejemplo es el último partido contra el Espanyol, que se pierde por un único error defensivo. Las derrotas contra el Málaga, Betis, Athletic o los empates cedidos frente a Deportivo, Mallorca o Levante pusieron también en evidencia este problema.

Pero en general no es el Celta un equipo que conceda demasiado al adversario. Su promedio de goles encajados (1,2 por encuentro) figura entre los mejores del torneo. A pesar de la desgraciada lesión de Hugo Mallo, un jugador cuyo crecimiento estaba siendo impresionante, Herrera cuenta con una defensa estable, que puede recitarse de carrerilla, aunque algo corta de efectivos. La presencia de Varas ha dado empaque a la portería, Gustavo Cabral se ha revelado como un central competente y no ha tardado en entenderse con Túñez, y a Lago no le ha costado tomarle el pulso a la categoría.

Entre las mejores noticias de esta primer vuelta está también Oubiña, clave e la organización del medio campo y cuyo rendimiento comienza a parecerse al de sus mejores tiempos.

Julio Bernardo / Faro de Vigo

0 comments:

Publicar un comentario