El Celta se estrella contra su propia ineficacia


Durísima derrota del Celta esta noche en Balaídos tras un partido en el que el conjunto celeste mereció mejor suerte. No realizaron el mejor partido de la temporada los de Paco Herrera, pero las ocasiones generadas, especialmente en la segunda mitad, le hicieron acreedor de un resultado mejor. En el último suspiro, Bermejo falló un gol increíble después de no ser capaz de rematar a portería un balón que acabó en el palo cuando Adrián había perdido la posición. Derrota que complica la existencia al Celta, que ve el descenso cada vez más cerca y se obliga a ir al Vicente Calderón a sacar algo positivo para pasar unas vacaciones tranquilas. 

Arrancó el Celta con lo prometido por Herrera en la previa. Oubiña se recuperó, y el equipo fue el formado por Javi Varas en portería, Hugo Mallo, Cabral, Túñez y Roberto Lago en defensa. Oubiña acompañado de Krohn-Dehli y Augusto en el centro del campo, con Bermejo de enganche y Park y Iago Aspas en vanguardia. Arrancó mejor el Celta, que combinaba con velocidad en ataque, pero el Betis no se amilanó y a base de toque fue haciéndose con el control del partido. No tenían ocasiones de gol los de Mel, que se limitaban a temporizar en el centro del campo y buscar algún desmarque de Rubén Castro para adelantarse en el marcador. 

Con el paso de los minutos se fue acentuando la tendencia. Tenía más balón el Betis, pero las contras del Celta eran fulgurantes. En las botas de Aspas, Roberto Lago, Park, o Bermejo ganando la espalda a la zaga verdiblanca, llegaron las mejores ocasiones de los locales. La tuvo especialmente Aspas, que aprovechó un preciso pase interior de Krohn-Dehli para plantarse ante Adrián y marrar con la pierna derecha ante el meta rival. A partir de esa jugada, y tras una acción del moañés parado en falta por Juan Carlos, que vio amarilla, se creció el Celta, que terminó la primera parte llegando con relativa facilidad al marco bético. 

Herrera hizo dos cambios en el banquillo. Roberto Lago, que solicitó el cambio por unas molestias físicas, fue sustituido por Bellvís, mientras que Park dejaba su puesto a Toni. No parece que el cambio del coreano responda a una cuestión física, sino táctica. Al igual que en la primera mitad, el Celta entró muy bien al partido. Se hizo con el control del partido y fue encerrando al Betis, que ya no concedía tanto espacio a la espalda de su defensa. Más bien al contrario, eran ahora los de Mel los que corrían. 

Pero el Betis es un equipo con gran criterio con el balón en los pies. No rifan la pelota, la juegan hasta encontrar el espacio. El Celta replegaba bien, pero la condición técnica de los verdiblancos dificultaba la defensa. Al borde del cuarto de hora, el Betis llegó al área céltica a base de sendos centros a los que Javi Varas respondió con eficacia para evitar males mayores. 

En esta fase de partido, las ocasiones del Celta eran las más claras. Un buen centro de Hugo Mallo fue rematado por Aspas al lateral de la red, y Bermejo no fue capaz de controlar otro centro lateral. Pero el fútbol tiene a veces estas cosas. Al Betis, que no estaba haciendo un gran partido pero que tiene bastante oficio, le bastó con saber qué hacer con el balón para declinar la balanza. Fue Jorge Molina el encargado de desnivelar la contienda tras recibir un balón dentro de área, romper a Cabral con un sutil amago y rematar a la media vuelta. Nada pudo hacer Javi Varas para evitar el tanto. 

Fue un mazazo, un jarro de agua fría, al que la afición respondió mejor que el equipo. No dejó de animar y empujó a los futbolistas a intentarlo todo para no irse con las manos vacías. Herrera puso en el campo a De Lucas por Augusto, justo después de que el argentino fallase un gol cantado en área rival. El balón cayó a los pies del ex de Vélez, pero éste lo envió alto cuando ya se cantaba el empate. El final del partido estaría jalonado de ocasiones similares, un remate de Túñez que saca Adrián de forma felina y el posterior rechace lo envía al limbo Bellvís. Bermejo tuvo la más clara en tiempo de descuento, un disparo de De Lucas, rechace de Adrián y Bermejo acaba rematando al palo. El cántabro no obtuvo un premio justo a su denodado esfuerzo durante los noventa minutos. 

No hubo tiempo para más. Ahí se murió el partido y con él las esperanzas del Celta de escapar de la zona de descenso en una carrera protagonizada por tortugas y en el que ningún equipo logra salirse de esa zona. Se abre una brecha entre la zona templada y la zona caliente, que encabeza el Celta, pero con menos ventaja cada semana. A base de emptas, los rivales se aproximan. Sacar algo positivo del Manzanares se antoja más necesario que nunca, aunque todo parece indicar que será realmente difícil. Veremos como se recupera el equipo, y solo nos queda confíar en esa victoria como regalo de navidades a todo el celtismo. 


Ficha técnica 

Celta: Javi Varas, Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago (Bellvís, min.46), Augusto (De Lucas, min.85), Oubiña, Krohn-Dehli, Mario Bermejo, Park (Toni, min.46) y Iago Aspas

Betis: Adrián, Chica, Mario, Amaya, Nacho, Beñat (Rubén Pérez, min.81), Cañas, Joel, Salva Sevilla (Nosa, min.67), Juan Carlos (Jorge Molina, min.56) y Rubén Castro

Goles: 0-1, Jorge Molina (min.80)

Árbitro: González González del comité castellano leonés. Amonestó a Toni, Mario Bermejo y Juan Carlos

Campo: Estadio de Balaídos, 15.950 espectadores

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