El Celta da el visto bueno a sus cuentas más saneadas


RICARDO GROBAS
Carlos Mouriño vivió ayer su junta de accionistas más tranquila y anodina desde que llegase a la presidencia del Celta hace más de seis años. La asamblea -en la que se aprobó un presupuesto de 36 millones de euros para esta temporada y unas pérdida de algo más de tres millones en el ejercicio anterior- fue el reflejo de la serenidad que rodea en estos momentos al club en sus diferentes facetas: con una situación deportiva relativamente cómoda y una economía saneada que nada tiene que ver con la que viven la mayoría de sus rivales en Primera División, agobiados por una deuda atroz que apenas les permite respirar.

El club aprobó las cuentas del pasado ejercicio y el presupuesto del actual de forma abrumadora, con el voto a favor de más del 99% de las acciones presentes en la junta. Lo hubiese hecho de cualquier modo con el peso que ostentan Mouriño y sus consejeros, pero ayer no hubo un solo accionista que votase en contra del rendimiento económico del club. Una anécdota que ayuda a entender la realidad social que vive en estos momentos el club, alejado de las tormentas de otro tiempo y convencido de que está en el camino de un futuro lleno de esperanza.

La junta aprobó el rendimiento económico de la anterior temporada que arrojó unas pérdidas de 3.246.000 euros que en su exposición la directora financiera, María José Herbón, atribuyó a la consecuencia directa del ascenso a Primera División y al compromiso que la directiva adquirió en la búsqueda de un obejtivo deportivo por lo que decidió no vender a ningún futbolista de la plantilla. El desfase en las cuentas viene dado porque el Celta se gastó casi dos millones de euros en primas para la plantilla y dejó de ingresar los 1.700.000 euros que tenía presupuestados por la venta de futbolistas. Aunque la mayoría de partidas obtuvieron unos resultados mejores de los previstos en un inicio, estos dos factores llevaron el ejercicio 2011-12 a arrojar las referidas pérdidas de tres millones de euros. De este modo, a 30 de junio de 2012 la deuda del Celta se sitúa en 17.725.120 euros. Herbón recordó su evolución en los últimos años e hizo hincapié en que en 2008 esa cifra superaba los 70 millones de euros. Pero el proceso concursal al que se sometió el club ha rebajado la deuda a los niveles actuales lo que convierten al Celta en una sociedad perfectamente viable. El próximo objetivo del departamento financiero del club es que esa deuda el próximo mes de junio haya bajado hasta los 14 millones de euros.

A continuación el club aprobó el presupuesto para la temporada 2012-13, el más alto desde que Carlos Mouriño accedió a la presidencia del club y superior incluso al de su primera campaña, aquella en la que el club disputó la Copa de la Uefa. El Celta prevé unos ingresos de 36.054.115 euros lo que supone un incremento descomunal con respecto al del anterior ejercicio que apenas superaba los 11 millones de euros. En este sentido, la sociedad proyecta generar a lo largo del ejercicio en curso un beneficio de 10.857.500 euros que quedarán reducidos a 6.550.250 euros al asumir, entre otras cosas, las pérdidas de la anterior temporada. Todas las partidas de ingresos previstos para esta temporada crecen con especial mención a los ingresos por televisión que pasan de poco más de dos millones de euros a más de 23 millones. Esa es la gran razón de que se dispare el presupuesto como lo demuestra el hecho de que de todos los ingresos que tendrá el Celta esta temporada el 67% proceden de los ingresos audivisuales, el 16% de taquillas y abonos, el 14% de publicidad e ingresos por marketing y el 3% por rendimientos de jugadores. La cifra estremece y demuestra el peso asombroso que las televisiones tienen en la vida de los equipos de fútbol.

En el apartado de gastos previsto para la temporada 2012-13 el mayor cambio viene dado por el incremento de los sueldos del personal. Casi siete millones de euros más se gastará el Celta en pagar a sus trabajadores. De ellos, seis corresponden a los futbolistas de la primera plantilla que se llevan doce de los millones que el Celta tiene presupuestados para esta temporada. Además, otras partidas que aumentan de forma evidente son los relativos a las obras que han tenido que afrontar en el estadio de Balaídos y por los gastos correspondientes al pago de comisiones, arbitrajes...que al estar en Primera División cambian de forma evidente con respecto a la anterior temporada. De hecho, el 59% de los gastos del Celta durante la temporada se irán al pago del personal. Como ocurrió con los números de la temporada pasada más del 99% de la masa accionarial del club votó a favor de las cuentas sin que se produjese voto alguno en contra o algún accionista mostrase de alguna manera su disconformidad con la memoria que se les había entregado al comienzo. Carlos Mouriño poco menos que salió de allí bajo palio y con la gente preocupada por cuestiones como la renovación de Roberto Lago o el aparcamiento en Balaídos. Para ellos, parece que los números han dejado de ser un problema.

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