Segunda expulsión consecutiva de Cabral


EFE
No están siendo buenos los últimos tiempos para Gustavo Cabral. El argentino, que tuvo un inicio de competición impecable, con gol incluído en Mestalla y actuaciones destacadas en defensa, ha entrado en barrena en las últimas jornadas, especialmente por sus encontronazos con los árbitros. En el Bernabéu cometió penalty sobre Özil, muy discutible todo sea dicho,  y una semana después fue expulsado en el derbi después de cometer dos faltas en menos de diez minutos. 

Cabral se perdió el siguiente partido, la primera vez que no jugaba esta temporada en Liga, y reapareció esta tarde ante el Rayo Vallecano. Herrera, que lo había probado durante la semana en el pivote, sorprendió atreviéndose a ponerlo en esa posición, en lugar de la decisión más lógica de ubicar a Vila, que fue mediocentro hasta que Herrera se cruzó en su camino. El de Porriño jugó de central y Cabral por delante. 

Pero es más fácil convertir a un pivote en central, que a un central en pivote. De hecho, lo normal es que los pivotes acaben jugando de centrales y no al revés. Cometió una primera falta sobre Trashorras demasiado evidente, no tiene esa mano izquierda que tienen los mediocentros para rascar los tobillos del rival sin que el árbitro aprecie juego duro. Bustos, por ejemplo, reparte mucho más cera de la que pudo dar Cabral y suele marcharse indemne. Forma parte de su oficio y lo sabe hacer. 

Cabral no, es otra labor. Los centrales también reparten, pero es un juego más subterráneo, además, a veces se ven obligados a entrar porque son el último hombre, pero no era el caso en la entrada de Cabral sobre Trashorras. Unos minutos después volvió a ver tarjeta amarilla, en esta ocasión por golpear el balón con las manos. Poco se puede decir. Tal vez exagerado o muy riguroso el árbitro, especialmente con la primera amarilla, pero forma parte del juego saber hacer faltas y hacerle parecer al árbitro que no son amonestables. 

Sea como fuere, el argentino ha sido expulsado en los dos últimos partidos y entra en una peligrosa dinámica que le puede llevar a perder confianza si no tiene la personalidad suficiente. El invento de Cabral como mediocentro no ha dado los frutos esperados y solo esperamos que no se repita. Hay otras opciones antes de realizar más experimentos con gaseosa. Y sí, se puede decir que con Cabral en el campo ganamos el partido (0-2), pero también es cierto que su expulsión se debió a que estaba desubicado. 

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