Tan sólo dos semanas después de perecer en el primer intento
de hazaña de la temporada, el de puntuar en el Santiago Bernabeu, al Celta se
le presenta una segunda oportunidad para hacer saltar la banca. Esta incluso
parece más difícil si cabe, pues los celestes visitan el hasta ahora
inaccesible Camp Nou. Inaccesible porque nunca en toda su historia han ganado
allí –la única victoria como visitante ante el Barcelona se produjo en el
antiguo estadio de Les Corts- y también por el hecho de que sólo el otro
todoterreno de la competición, el Real Madrid, ha sido capaz de puntuar en
dicho campo durante el último año. El Barça de Tito Vilanova, más pragmático y
menos preciosista que el de Guardiola, comanda la clasificación sólo enturbiado
por la sorprendente racha del Atlético de Madrid. Deberá el Celta superar la perfección si quiere
traerse algo positivo de la Ciudad Condal.
Por lo de pronto,
los vigueses no podrán viajar a tope de efectivos. Las bajas se han acumulado
en apenas tres días en la zona central de la retaguardia, ya que Cabral
cumplirá sanción por su expulsión ante el Deportivo y Samuel ha sufrido un
esguince de rodilla en el choque del pasado miércoles ante el Almería. Así
pues, ha llegado el momento de Jonathan Vila, prácticamente inédito en este
2012 y que tendrá ante sí una prueba de máximo nivel: Villa, Pedro, Iniesta,
Alexis y sobre todo un Messi que a buen seguro querrá dedicar algún gol a su
recién nacido hijo.
Al margen de la
zaga, el equipo parece definido a excepción de la duda habitual. Bermejo y Bustos
marcan la delgada línea que separa el atrevimiento del conservadurismo. Pensar
en el pivote alicantino como titular resulta lógico dado el precedente ante el
Real Madrid y el potencial blaugrana en el centro del campo. Apostar por
Bermejo supone la fidelidad a un estilo y una demostración de querer pelear con
las armas habituales. En esta ocasión, parece que la segunda opción ganará la
partida a la primera.
Por tanto, el Celta
saltará al Camp Nou con Javi Varas en la puerta y una línea de cuatro en
defensa con Hugo Mallo, Vila, Túñez y Roberto Lago. Oubiña y Álex López
conformarán el pivote en la medular con Augusto y Krohn-Dehli en los costados.
En punta de ataque, y como única referencia ofensiva, formará Iago Aspas,
escoltado desde la mediapunta por Mario Bermejo.
Mientras, el
Barcelona recibe la visita celeste como un partido más para mantener la
distancia con su principal perseguidor, el Real Madrid, y comenzar a
distanciarse del Atlético. Al igual que en Vigo, el centro de la zaga culé también
se encuentra bajo mínimos: Piqué y Puyol no podrán estar ante el Celta por
lesión. Sin embargo, Vilanova –ex futbolista céltico- sí podrá contar con
Mascherano una vez cumplida su sanción en Vallecas. Por otra parte, el concurso
de Leo Messi en el partido ha estado en entredicho durante todo el día del
viernes debido al inminente nacimiento de su hijo. Finalmente, y una vez nacido
su primogénito a lo largo de la tarde, el astro argentino podrá estar sobre el
césped, donde tratará de batir el récord anual de goles que hoy en día todavía
ostenta Pelé.
Así, el once del
Barcelona no debería variar mucho del compuesto por Valdés en portería y una
defensa formada por Montoya, Mascherano, Bartra y Adriano. Busquets, Xavi e
Iniesta jugarán en el centro del campo. En ataque, Villa y Pedro ocuparán los
costados con Leo Messi actuando con 9 mentiroso.
El Celta persigue
una proeza. Se enfrenta a uno de los dos mejores equipos del planeta y lo hace
en el feudo rival, argumentos más que suficientes para imaginar un desenlace
terrorífico. Sin embargo, el fútbol es fútbol, un deporte donde todo puede
pasar y en el que nada se puede asegurar de antemano. Es la llama de esperanza a la que se aferran los vigueses, conscientes de que, al igual que hace dos
semanas en Madrid, viajan sin nada que perder y sí muchísimo que ganar. La
derrota entra dentro de los planes, conseguir algo distinto a ello entraría en el recuerdo.
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