El Celta no tenía muchas posibilidades de ganar, y seguramente esta jugada al final no es tan decisiva teniendo en cuenta que el Barcelona es un equipo superior, pero es evidente que allanó el camino del conjunto culé. El tercer gol del Barcelona, anotado claramente en fuera de juego por Jordi Alba, cerró el partido y cercenó las escasas opciones celestes de sacar algo positivo del Camp Nou. Aquí tenéis la prueba, aunque ni tan siquiera era necesario, pues ya en directo se apreciaba que era fuera de juego. El asistente está situado en línea con la zaga, y no hay nada que le impida ver la posición de Jordi Alba. ¿Por qué no lo señaló? Un auténtico misterio.
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