La relación entre Li-Ning y el Celta está a punto de terminarse. Desde que hace dos años y media la marca china desembarcó en Vigo, la relación entre la firma deportiva y la entidad céltica ha sido tortuosa. Las quejas por parte de los aficionados se han sucedido y, en general, no ha dejado contento a casi nadie. De hecho, es muy probable que no haya ningún aficionado celtista que eche de menos a esta marca cuyo objetivo era hacerse con un nombre en el fútbol español. Lo ha logrado, sin duda, pero no como ellos pretendían.
Todo arrancó mal cuando allá por el mes de julio de 2010 se presentaron las primeras camisetas que Li-Ning diseñó para el Celta. La presentación fue a lo grande y glamourosa, realizándose en un trasatlántico en la Estación Marítima de Vigo. Eso sí, no se permitió el acceso a cualquier aficionado, y solo invitados por el club podrían presenciar en directo la puesta de largo de Li-Ning en el Celta. Con todo, este hecho no molestó a casi nadie, más pendiente de conocer los diseños y la fecha en la que se podrían adquirir en la tienda.
Ahí vino el primer problema. ¿Cuándo estarán a la venta las camisetas del Celta?. No fue hasta el mes de septiembre, con la liga comenzada, cuando los aficionados pudieron comprar la camiseta en la tienda oficial del club. La sorpresa fue que las camisetas presentadas no eran las que finalmente se ponían a la venta. De hecho, el tono de azul celeste no era el mismo. Es fácil apreciarlo viendo la camiseta con la que el Celta jugó las tres primeras jornadas de Liga y la que utilizó a partir de entonces. Ni el tono celeste ni la posición del patrocinador. Asimismo se corrigió la idea de poner números dorados, que fueron sustituídos por números en color rojo.
Pero esta no sería la peor chapuza. A la tienda comenzaron a llegar prendas defectuosas. La foto de arriba es muy gráfica: Letreros torcidos, cuellos asimétricos, y sobre todo una calidad pésima. A la tienda llegaron remesas de camisetas deshilachadas, con el escudo descosido o torcido. Cientos y cientos de camisetas. Un auténtico desastre que hizo perder muchas ventas al club.
Un año después, con la presentación de la nueva camiseta llegó nuevamente la polémica: La camiseta llevaba impreso el himno del Celta... en castrapo. Un extraño idioma que no era ni gallego ni castellano. Es de justicia decir que en esta chapuza no tiene mucho que ver Li-Ning, ya que el responsable es el Celta, pero dada la mala experiencia de su primera temporada, no fueron pocos los aficionados que culpabilizaron a la marca china aunque, insistimos, no tenían la menor responsabilidad.
Lo bueno es que la calidad había mejorado un poquito. No mucho, porque las camisetas sufren con cada lavado, pero al menos su resistencia era superior. No se mejoraba la provisión, y era realmente complicado encontrar la camiseta en la tienda. Más de lo mismo. Y llegó el ascenso, y con ello una nueva camiseta, la más bonita de las tres, con el nombre de los socios impreso en la prenda, por petición expresa del club. Todo pintaba bien, porque incluso la calidad era superior, pero quebró la filial de Li-Ning en España, y con ello llegó el pavor. Todos los equipos que tenían contratado con la marca china rescindieron sus contratos, menos el Celta, que se lió la manta a la cabeza y decidió continuar.
Las camisetas tardaron, pero llegaron. El club se encargó de traerlas de China, pero una vez que se acabaron las que había... no hubo más. Ni habrá. Justo cuando parecía que los chinos iban superando sus problemas de calidad se cierra esta historia que ha terminado siendo un gran pinchazo del Celta. Firmó con Li-Ning porque las condiciones económicas eran muy superiores a las de sus competidores, y acabó dejando de ganar mucho dinero por no tener camisetas que vender. Un desastre que, a buen seguro, habrá sido una valiosa lección para quién tome este tipo de decisiones en el club.
0 comments:
Publicar un comentario