Una afición intergeneracional


ALBERTO LIJÓ
Balaídos estaba de estreno ayer. En el alto de los dos fondos, relucientes, impolutos, intachables, los dos vídeomarcadores. Acostumbrados a su ausencia, uno tardaba en levantar la vista hacia esas enormes pantallas. Y no de una generación cualquiera, como bien se encargó de recordar el club, sino de la última que, al parecer, siempre es la mejor.

La alta definición de los pantallones abría las primeras conversaciones en las gradas. Por cierto, más llenas que nunca esta temporada, a pesar de -o tal vez gracias a- la nocturnidad en viernes. La afición celeste, intergeneracional ella, pobló Balaídos dispuesta a empujar al equipo hacia la necesaria victoria.


La primera generación
Son los clásicos, los que vivieron muchos más ascensos que este último. Los que miden su edad en los dígitos de la numeración de su carnet de socio. Los que ahora acompañan desde su experiencia los brotes de celtismo surgidos a la sombra del retorno a la máxima categoría. Los que quizás no gritan tanto, pero sienten más. Los que tuvieron frío cuando Balaídos recordó con un minuto de silencio a Mekerle. Para ellos, los vídeomarcadores son mero adorno.

La generación mediana
Son un grupo de ex desencantados que, en cada partido desde hace una temporada, acude a Balaídos como quien va a una terapia de grupo para recuperar la fe. Corean, por dentro o por fuera, el 'Sólo hay un Deportivo, el Deportivo Alavés'. Se quieren dejar llevar por las alegrías del presente, pero las heridas recientes aún escuecen y no logran soltar totalmente el freno de mano. Para ellos, los vídeomarcadores son como las redes sociales: un mundo al alcance, pero no el mundo real.


La última generación
Hay quien duda de la calidad, a lo largo, de su celtismo. Pero su único pecado, que no lo es, es la juventud. Llegados en las dos últimas temporadas a Balaídos, dan vida a gradas otrora menos musicales como Preferente o Río, surgidos desde su hábitat natural de Marcador. Son los que tratan de sumar al consciente colectivo cánticos de nuevo cuño o recuperados de antaño como el ayer coreado 'Fútbol de Salón'. Son los que se muestran más beligerantes con el rival y ayer coreaban el nombre de Javi Varas para picar a su ex compañero Palop. Para ellos, los vídeomarcadores de última generación son como ellos. El presente del futuro.

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